El Gobierno actual ya le debe al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) $887,5 millones correspondientes a su aporte del 40 % para el fondo de pensiones, según consta en la ejecución presupuestaria que publica el Ministerio de Finanzas. Mientras que en el 2019 y lo que va del 2020 el desembolso debió ser de $1748,6 millones, solo se ha pagado $861,1 millones. Dicho pago se dio en el 2019, pues en el presente año no ha habido ninguno.

El pago del 40 % de pensiones, que incluye riesgos del trabajo y seguro social campesino fue suspendido entre 2015 y 2018, pues la Ley de Justicia Laboral promovida por el régimen de Rafael Correa lo eliminó. Sin embargo, dicha ley fue declarada inconstitucional por la Corte Constitucional.

Así, el actual Gobierno tuvo que reasumir los pagos, pero no ha cumplido del todo.

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El IESS se encuentra en una situación complicada de liquidez, según lo ha reconocido el gerente del Banco del IESS, Vinicio Troncoso. Él dijo que a la institución solo le quedaban cuatro meses de liquidez.

Esta semana el ministro de Finanzas, Richard Martínez, habló de un posible traspaso de activos del Estado al IESS para cumplir con el pago de “la deuda histórica”.

Según Marco Morales, exdirector del IESS, hay varios segmentos de deuda del Estado frente al IESS y que se podrían considerar deuda histórica.

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En primer lugar la falta de pago del Gobierno anterior dejó un bache de $4800 millones, entre el 2015 y el 2018. En el 2019 y el 2020, si bien se colocó la partida presupuestaria correspondiente para el 40 %, no se cumplió todo el pago.

Otro segmento pendiente es la deuda de salud. Luego de denuncias públicas en febrero de 2017 sobre la intención del entonces presidente del IESS, Richard Espinosa, de desaparecer una cuenta por cobrar al Estado por $2500 millones, la Contraloría estudió el caso y estableció que dicha deuda sí existía. Sin embargo, a esta fecha, ese valor ya subió a $3500 millones, considera Morales.

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La propuesta del Gobierno de pagarle al Seguro Social con activos tiene pros y contras.

De acuerdo con Jaime Carrera, secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal (OPF), no es conveniente. “Debe hacérselo en efectivo, pues lo que requiere al momento la entidad de seguridad social es liquidez”, aseguró.

Se pregunta con qué activos querrá pagar el Gobierno. Pero en el caso de que fuera con los de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT), dice que sería pasar la ineficiencia de un lado hacia el otro.

Tampoco sería conveniente darle empresas como Tame o Ferrocarriles del Ecuador, que se están cerrando, justamente por generar pérdidas.

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Morales dice que se ha barajado la posibilidad de entregarle la hidroeléctrica Toachi Pilatón o la administración de alguna minera.

Pero no le parece adecuado, pues son proyectos que vienen con problemas. En cambio ve más viable que se entregue CNT al IESS, pues esta sí arroja ganancias; o la administración de las carreteras que tienen un buen flujo de tráfico.

De acuerdo con Henry Llanes, representante de los jubilados del IESS, la propuesta de pagar con activos podría ser viable, pero antes se debería hacer una reforma a la institución para que sea manejado de manera independiente, sin intervención del Estado.

Para Llanes, el IESS debería recibir el sistema de refinación de combustibles, o los poliductos y terminales de almacenamiento. También podría ser la telefonía celular.

Considera que ya que en 2023 se terminan los actuales contratos con las telefónicas privadas, se les podría entregar uno al IESS y que la entidad asociándose con una privada podría recibir los réditos.

Según Llanes, con este tipo de activos podría, incluso, prescindir del 40 %.

El dirigente comenta que esta semana preparará una propuesta técnica para la administración de la refinación.

Entre tanto, Morales opina que hay que exigirle al Gobierno que honre sus pagos y que no busque obligarle a tomar medidas que le puedan afectar, como por ejemplo dar créditos al 5 % de interés; entregar cesantías antes de los plazos establecidos por ley o que no se le cobre al patrono los aportes del IESS. “No se le puede seguir metiendo la mano al IESS; hay que fortalecerle”, dice. (I)