Un espacio físico o en el que laborarán tres médicos asignados por el Ministerio de Salud Pública (MSP) es lo que dispuso el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la LIbertad y a Adolescentes Infractores (Snai) para atender a los internos de cada pabellón del Centro de Privación Provisional de Libertad (CPPL) de El Inca, ubicado al norte de Quito.

En ese centro de privación provisional la Snai ha informado que hasta el momento se han presentado tres casos positivos para COVID-19 de guardias penitenciarios; mientras que dos privados de libertad se encuentran en casas de salud a la espera de resultados de pruebas hechas para confirmar o descartar que poseen el virus. El último caso de un agente penitenciario que dio positivo para COVID-19 se mantenía en aislamiento obligatorio ante la sospecha.

Según un comunicado público, los médicos que laborarán en el Centro de El Inca atenderán a los privados de libertad, determinarán las medidas necesarias ante posibles infecciones y brindarán el tratamiento médico correspondiente. Como parte del procedimiento dispuesto se han previsto las medidas de bioseguridad necesarias.

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Además, una unidad móvil del MSP se ubicará en el parqueadero del CPPL de El Inca para atender a los internos cuando se trate de una emergencia, consultas y agendamiento de citas médicas.

Para reducir las posibilidades de contagio de COVID-19, hasta el momento en el Centro de Privación Preventiva de Libertad de El Inca se han efectuado tareas de fumigación, desinfección y limpieza de pabellones, celdas, patios y dependencias administrativas. (I)