“Nunca se ha dado en tiempos recientes una situación de Seguridad como la actual... Ecuador es un país que, al carecer de recursos, especialmente de tipo administrativo, utiliza a las Fuerzas Armadas para todo, pero en este caso específico, este empleo es inédito y se da en una situación diferente”, comenta a este Diario Bertha García, directora del Programa Democracia, Seguridad y Defensa, de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y especialista en temas militares.

En la Política de la Defensa Nacional del Ecuador, denominada “Libro Blanco”, se establece que se entiende por seguridad a la condición en la que el Estado puede actuar libremente y desarrollar sus estrategias para reducir las amenazas y riesgos provenientes de acciones intencionadas o de emergencias de origen natural o antrópico.

La pandemia de coronavirus, que ha cobrado más de 82 119 vidas en todo el mundo y ha infectado a 1 430 141 personas, se considera un riesgo de origen antrópico por afectar a los intereses de la sociedad.

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Cada Estado tiene derecho soberano de identificar sus prioridades de seguridad y definir las estrategias, planes y acciones para hacer frente a las amenazas a su seguridad, sentencia el Libro Blanco.

La Política de Defensa estable también que, el empleo de la fuerza militar se considera necesario en caso de una inminente amenaza externa que ponga en riesgo la integridad de los ciudadanos, del territorio y de los intereses estratégicos y vitales del Estado.

La participación militar puede ser vista como “una intervención en tareas humanitarias extremas, dado que las capacidades civiles han sido rebasadas”, refiere García y destaca que el contingente militar puede llegar a intervenir en actividades como entierro de fallecidos, traslados de enfermos y otorgar certificados de defunción, si así se lo requiere.

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En Ecuador, donde se registran 4450 contagios y 242 muertes por COVID-19, al igual que en otros países de la región como en Chile y Perú, se ha desplazado contingente militar para tareas de apoyo. En el caso de la frontera de Perú con Ecuador se coordinaron acciones para trabajar en conjunto.

HUAQUILLAS. Representantes de los altos mandos militares de Ecuador y Perú coordinan apoyo conjunto contra el virus. Foto tomada de twitter.com/DefensaEc.

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El gobierno ecuatoriano creó en Guayas una Zona de Seguridad Nacional, bajo coordinación de las FF. AA., ante la rápida expansión del virus. Toda acción realizada por el contingente durante un riesgo como la pandemia está sustentada en el concepto de legítima defensa, la que se ejerce con todos los recursos del país.

García refiere que otra tarea que deben cumplir las FF. AA, las que destaca son muy útiles en la logística en todos los ámbitos, es “controlar que la población cumpla con la obligación de quedarse en casa, que enfermos no escapen de sanatorios y controlar espacios públicos.

Su participación en estas actividades son con el fin de dar apoyo a la Policía, que es la única con capacidad de arrestar en flagrancia y entrar a los domicilios, agrega la especialista.

“A las FF. AA. se les encargó que gestionen la administración de recursos en el terremoto de Salcedo y después de la guerra del Cenepa, pues la gente desconfiaba de cualquier otra autoridad y los militares gozaban entonces de confianza del pueblo”, dice García.

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El Vicepresidente Otto Sonnenholzner (c) recorre junto al Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Luis Lara (d) calles de la ciudad de Guayaquil.

La participación del personal militar se ha podido evidenciar en otras catástrofes mundiales sin estar relacionadas a conflictos bélicos, agrega la especialista y menciona que cuando ocurrió el terremoto de Haití en el 2010, el apoyo de los marines de Estados Unidos fue fundamental en la organizaron para que pudieran entrar la ayuda de distintas oenegés.

“En estas cuestiones, los militares tienen conocimiento y entrenamientos especiales por su facilidad de manejar la logística que es la base de todo, son misiones humanitarias”, apunta García. (I)