“Estamos atravesando por una crisis de violencia hacia las mujeres y niñas en México”, dice la analista Raquel Ramírez, estudiosa del tema de género y femicidios, al referir sobre el incremento de asesinatos en el país, inmerso en estos días en la conmoción con el caso de Fátima Aldrighett, la niña de 7 años que fue brutalmente torturada y su cuerpo hallado en una bolsa de basura.

De nueve a diez mujeres, entre ellas niñas, son asesinadas cada día, dice la experta, en una entrevista telefónica con este diario desde México. La mitad de los asesinatos a mujeres es a manos de sus parejas; de un familiar, a menor escala, y otro porcentaje es que son asesinadas o desaparecidas en el espacio público.

El aumento de la criminalidad en el país y la presencia de grupos delictivos han generado una dinámica en la que se está interiorizando aún más la violencia, sumado a la propia violencia del aparato estatal, todo eso ha aumentado la violencia a las mujeres, dice Ramírez.

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Mujeres protestaron nuevamente frente a la residencia del presidente Andrés Manuel López Obrador llenas de indignación por el asesinato de Fátima y para cuestionar al Gobierno por el manejo del tema de violencia del género en el país.

Para las activistas tampoco hay cifras claras de cuántas son las mujeres asesinadas. En 2019 se registraron 3825 asesinatos de mujeres, un incremento del 140 % en los últimos cinco años, pero solo uno de cada cinco se investiga como femicidio, según el portal Animal Político.

Veracruz, Estado de México, Nuevo León, Puebla y Ciudad de México son los que registran la mayoría de casos. En Latinoamérica, México es el segundo país con más femicidios y en donde la impunidad supera el 97 % de los casos.

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López Obrador, bajo presión y criticado por atribuir el aumento de femicidios al ‘neoliberalismo’, ofreció una recompensa, de unos 107 000 dólares, por información sobre el caso de la niña. La Fiscalía busca a una mujer que la retiró de la escuela, donde estudiaba. Fue reportada como desaparecida el 11 de febrero y su cuerpo hallado el pasado sábado.

La semana pasada, en el país ya estalló la indignación por la muerte de Íngrid Escamilla, de 25 años, quien fue apuñalada y desollada por su pareja.

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“Es una rabia compartida... Hay una ola de violencia feminicida que se ve en todo el país y el Gobierno ha sido omiso”, dijo a AFP Érika, una las manifestantes. “En México nadie nos defiende, nadie nos cuida. En México vivimos con miedo”, tuiteó @rodolfoespitia. (I)