Un atraso de 20 minutos cambió para siempre la vida de la familia de Fátima, una niña mexicana que desapareció de su escuela el 11 de febrero y cuyo cuerpo fue abandonado y hallado cuatro días más tarde destrozada dentro de una funda plástica negra, a pocas calles de la escuela donde estudiaba y en una zona muy cercana a su casa, en el sur de Ciudad de México.