Problemas coyunturales a nivel internacional, como el coronavirus o los bajos precios del petróleo, y situaciones estructurales del Ecuador, como problemas fiscales y políticos, falta de reformas, pasando por una baja calificación crediticia, efectos de las movilizaciones de octubre del 2019 y el inicio de un año preelectoral, impactan la débil economía ecuatoriana y generan que los bonos soberanos (papeles de deuda externa) tengan una caída en su valor.