Unas 520 000 personas fueron desplazadas en los últimos dos meses en el noroeste de Siria, una de las mayores oleadas de éxodo en este país en guerra causada por una ofensiva del régimen y su aliado ruso contra yihadistas y rebeldes.

Desde diciembre la provincia de Idlib y sus alrededores han sido blanco, casi a diario, de ataques y bombardeos aéreos del régimen de Bashar al Asad -apoyado por la aviación rusa-, que ha logrado reconquistar decenas de ciudades y localidades.

La violencia ha producido un desplazamiento masivo en este último gran bastión de los yihadistas y rebeldes, y los civiles han abandonado sus hogares para refugiarse en zonas relativamente protegidas más al norte, cerca de la frontera turca.

Publicidad

"Desde el 1 de diciembre unas 520.000 personas fueron desplazadas (...), la gran mayoría -80%- son mujeres y niños", dijo David Swanson, un portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

Este éxodo es uno de los más importantes desde que empezó el conflicto sirio en 2011, que ha lanzado al exilio a más de la mitad de la población que antes de la guerra era de 20 millones de habitantes.

ONU pide cese de hostilidades

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llamó este martes al "cese de hostilidades" entre Turquía y Siria en la región de Idlib, alertando de un "cambio en la naturaleza del conflicto extremadamente preocupante".

Publicidad

Es necesario "un cese de hostilidades antes de una escalada que lleve a una situación totalmente fuera de control", declaró Guterres en rueda de prensa.

"Mi firme llamado es para el cese de las hostilidades", dijo. "No creemos que haya una solución militar en Siria. Hemos dicho una y otra vez que la solución es política", añadió Guterres.

Publicidad

En los últimos días, corresponsales de la AFP han visto en las carreteras de la región caravanas de automóviles y camionetas con civiles huyendo de los combates, con colchones, utensilios de cocina, colchas y alfombras de yute.

"Sufrimientos injustificables"

"La violencia casi diaria" causó "sufrimientos injustificables para centenas de miles de personas que viven en el sector", declaró Swanson.

La mayoría de los desplazados huyen de "las zonas del frente" en el sur de la provincia de Idlib, precisó.

Más de la mitad de la provincia de Idlib y algunas zonas de las provincias vecinas de Alepo, Hama y Latakia están bajo el control del grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS, ex rama siria de Al Qaeda) que tolera la presencia de algunos grupos rebeldes.

Publicidad

La mitad de los cerca de tres millones de habitantes de la región de Idlib ya son desplazados. Huyeron a otros bastiones rebeldes recuperados en los últimos años por el régimen.

La continuación de la ofensiva del régimen provocó en enero el cierre de al menos 53 establecimientos médicos en la región, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La Turquía vecina, que apoya a algunos rebeldes y despliega tropas en el noroeste sirio, ve con desagrado el avance del régimen y el presidente turco Recep Tayyip Erdogan aseguró que no permitirá al régimen "ganar terreno" en Idlib.

Entre abril y agosto de 2019, la región de Idlib ya fue teatro de una ofensiva de envergadura del régimen, que dejó unos 1000 civiles muertos, según el OSDH.

Desde mediados de diciembre la ofensiva ya ha costado la vida a 294 civiles, entre ellos 83 niños según el OSDH.

El frente de Idlib representa la última gran batalla estratégica para el régimen de Asad, que controla más del 70% del territorio, tras haber multiplicado sus victorias, con la ayuda de Rusia, frente a los yihadistas y rebeldes.

Desencadenada por la represión de manifestaciones prodemocracia antes de complicarse con las intervenciones extranjeras, el conflicto en Siria ha dejado más de 380 000 muertos desde 2011. (I)