El expresidente Jamil Mahuad reveló que cuando tomó la decisión de dolarizar la economía del Ecuador, en enero de 2000, lo hizo sin apoyo del Fondo Monetario Internacional, el Banco Central del Ecuador, con la mitad del Congreso en contra y la desaprobación de los sindicatos, expertos y ciertas ONG. “Ahora que todo el mundo aplaude la dolarización parece (que fue) fácil, pero fue una decisión difícil, porque había un montón de gente en contra”.

Lo dijo en una entrevista en el canal Ecuavisa difundida ayer a propósito de los 20 años de la dolarización.

Para el expresidente, la dolarización se ha mantenido a flote como un corcho, a pesar de todo lo que han hecho sus enemigos para destrozarla.

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Se refirió especialmente al gobierno de Rafael Correa del que dijo que siempre habló contra el sistema y tomó medidas económicas que le afectaron, entre ellas, el enorme gasto público y el aumento del déficit. Sobre Correa, Mahuad indicó que “cada vez que maldecía, yo decía he aquí un náufrago maldiciendo el salvavidas”. Y que el populismo no es compatible con la dolarización.

A la par, destacó que la medida no fue producto de una improvisación, y que pidió varias opiniones de autoridades y expertos y tomó la decisión convencido de que era lo mejor.

Mahuad encontró muchas analogías entre la realidad que se vivió en el 2000 y lo que sucede en la actualidad. “Seguimos con déficits fiscales terribles, se piensa que hay que seguir pateando las decisiones para el futuro”, comentó.

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El mayor problema que existe, dijo, es que se gasta más de lo que ingresa y para financiarlo se endeudan y con ello crece el déficit.

Respecto del FMI, dijo que sus funcionarios han reconocido que cometieron un error con Ecuador, pues querían aplicar una receta única de ajuste. Aseguró que Ricardo Hausmann (del BID) le había asegurado a Stanley Fisher (gerente del FMI) que la dolarización fue “la medicina correcta para ese paciente”. (I)