Un mafioso estadounidense escribió un libro sobre su experiencia en el mundo del hampa, el cuál ha llamado la atención al asegurar que él fue partícipe del plan para matar al papa Juan Pablo I, cuyo nombre secular era Albino Luciani.

Anthony Luciano Raimondi, 69 años, estadounidense de origen italiano lo afirma en su libro When the Bullet hits the Bone (Cuando la bala golpea el hueso), en el que nombra como autor intelectual y práctico al cardenal Paul Casimir Marcinkus, quien en ese entonces dirigía el Banco Vaticano, que formalmente lleva el nombre de Instituto para las Obras de Religión.

Raimondi, sobrino del conocido ganster Lucky Luciano (también conocido como el padrino), dice que entonces tenía 28 años y el cardenal era su primo. 

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Según una conversación que tuvo con diario The New York Time, Raimondi se encargó de estudiar todas las rutinas del Sumo Pontífice porque su primo pensaba que era una amenaza para su trabajo en el instituto, que tenía irregularidades financieras.

Raimondi dice que el día de la muerte del papa Juan Pablo I ellos lo adormecieron con una gran cantidad de Valium en su último té y que luego fue el cardenal quien al tenerlo drogado le introdujo arsénico.

Juan Pablo I murió el 28 de septiembre de 1978, solo 33 días después de haber sido nombrado papa, a los 65 años. La noticia de su muerte conmovió al mundo y oficialmente la causa fue un ataque cardiáco, aunque siempre ha habido dudas que no se han podido olvidar por la falta de un análisis a sus restos. Incluso el director de cine Francis Ford Coppola contó una historia similar en la tercera parte de la saga El Padrino.

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Tapa del libro de Raimondi.

Poco más de dos semanas después asumiría como papa Karol Wojtyla, quien tomó el nombre de Juan Pablo II y fue cabeza de la iglesia hasta 2005.

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Según Raimondi, quien tiene cáncer actualmente, al principió querían lo mismo para el nuevo papa, con lo cual afirma no haber estado de acuerdo porque no se podía matar a todos los papas, pero a este no le pasó nada porque evitó enfrentarse directamente a las irregularidades. (I)