El recuento rápido de actas , reanudado al finalizar la tarde del lunes, daba a Evo Morales un 46,87% y al opositor Carlos Mesa el 36,73% con 95,30% de actas verificadas, otorgando al presidente izquierdista 10,14 puntos de ventaja, suficientes para evitar un balotaje.

Ante esta situación, la misión de veedores de la OEA expresó "profunda preocupación y sorpresa" por el cambio en la tendencia de los resultados electorales que están a punto de dar por vencedor en primera vuelta al presidente Morales, que busca su cuarto mandato hasta 2025.

El candidato Carlos Mesa, rival del presidente Morales, quien va rumbo a alcanzar el triunfo en primera vuelta en las elecciones generales, dijo que no reconocerá los resultados de los comicios, denunciando "que son parte de un fraude".

Publicidad

"No vamos a reconocer esos resultados que son parte de un fraude consumado de manera vergonzosa y que está colocando a la sociedad boliviana en una situación de tensión innecesaria", sostuvo Mesa, en declaraciones a medios de Santa Cruz. (I)

Estamos viviendo unos momentos críticos en el país

El Gobierno al no querer reconocer que perdió la posibilidad de ganar en primera vuelta puede generar una convulsión en el país  si es que decide hacer un fraude, dice el politólogo boliviano Iván Arias. “Estamos viviendo momentos críticos”, refiere.

Según el analista, para el gobierno de Evo Morales lo que cuentan son las actas y esas son las que se están manipulando. Se han descubierto actas cambiadas, actas en casas de algunos militantes de Gobierno, actas llevadas de un lugar a otro.

Publicidad

Advierte el riesgo de que ante la falta de resultados, el Tribunal Electoral sea deslegitimado, se produzcan desmanes  y el Gobierno se vea obligado a decretar estado de emergencia.

Arias no cree que un escenario de crisis como el de Chile o Ecuador se repita en Bolivia. “Creo que todavía no hemos llegado a los niveles de exacerbación, pero, por supuesto, si insiste y se sigue boicoteando, esto puede tener reacciones  que nadie está esperando, pero... no creo que estemos todavía en una situación de clímax”. (O)