El presidente peruano, Martín Vizcarra, anunció este lunes que disolvió constitucionalmente el Congreso, dominado por la oposición, luego de que este se negara a suspender una polémica designación de nuevos miembros del Tribunal Constitucional.

"He decidido disolver el Congreso y convocar a elecciones parlamentarias" anticipadas, dijo Vizcarra en un mensaje al país por televisión, al agudizarse un choque de poderes iniciado hace tres años y cerrarse las vías de entendimiento entre el ejecutivo y legislativo.

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El Congreso respondió de forma inmediata y presentó en una sesión legislativa un pedido de vacancia presidencial.

Según la Constitución, un presidente puede cerrar el Congreso y convocar a elecciones para elegir nuevos congresistas si el Legislativo rechaza en dos oportunidades un voto de confianza, el cual implica el respaldo al Ejecutivo en un determinado proyecto de ley. El Parlamento ya negó un voto de confianza al gobierno durante la gestión de Pedro Pablo Kuczynski, a quien Vizcarra reemplazó luego de su renuncia por acusaciones de nexos con la constructora brasileña Odebrecht.

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La última vez que un mandatario cerró el Congreso en Perú fue en 1992, cuando Albero Fujimori, padre de Keiko, alegó obstrucción en temas de seguridad y economía. Sus detractores afirman que fue para tapar investigaciones de corrupción.

Vizcarra lanzó el domingo un ultimátum al Congreso al anunciar que lo disolvería si este lunes le negaba un voto de confianza para reformar el método de designación de los magistrados, con lo que busca impedir que ese alto tribunal sea copado por la oposición.

Pero el Congreso, controlado por la oposición fujimorista, decidió este lunes pasar por alto su petición e iniciar de inmediato el nombramiento de nuevos magistrados.

Durante una sesión plagada de incidentes, el Congreso eligió a uno de los magistrados en medio de protestas que obligaron a postergar hasta el martes las cinco votaciones pendientes.

Un primo del presidente del Congreso, el abogado Gonzalo Ortiz de Zevallos, fue el primer magistrado designado en una cuestionada elección en la que recibió 87 votos, el mínimo necesario.

"Lamento que el Congreso esté dando un bochornoso espectáculo al país", dijo a periodistas el legislador Alberto de Belaunde.

La votación se realizó a pesar de que seis de los nueve postulantes al Tribunal Constitucional tienen denuncias ante la justicia.

Además del gobierno, juristas independientes cuestionan el actual mecanismo de selección por su celeridad y falta de transparencia.

Vizcarra había advertido que si los legisladores no desistían de nombrar al nuevo tribunal, lo consideraría una negativa al voto de confianza, lo que lo facultaría constitucionalmente para disolver el parlamento.

"Ya ha sido anunciada la cuestión de confianza y si no se debate tomaríamos como denegada la misma", advirtió el domingo en una entrevista en el programa Cuarto Poder el mandatario, quien ha ganado gran popularidad al encabezar una cruzada contra la corrupción en un país donde los cuatro anteriores presidentes quedaron bajo la lupa de la fiscalía acusados de recibir dádivas de la constructora brasileña Odebrecht.

La tensión crece cada hora y la policía decretó "alerta máxima", mientras simpatizantes de Vizcarra convocaron por redes sociales a una marcha para el lunes al anochecer.

"Vizcarra, escucha, cierra el Congreso", coreaba una docena de manifestantes afuera del Parlamento este lunes por la mañana.

El presidente del Legislativo, el opositor Pedro Olaechea, quien había sentenciado el sábado que la elección de los magistrados era 'impostergable', abrió el lunes la acalorada sesión plenaria para elegir a los nuevos magistrados, en medio de trifulcas y protestas de legisladores que respaldan la reforma pedida por Vizcarra.

Vizcarra pidió el voto de confianza luego de que el Congreso archivara el jueves su proyecto de adelantar las elecciones para abril de 2020, lo que implicaba recortar un año su mandato y el del Legislativo. La propuesta era apoyada por el 75% de los peruanos, según encuestas.

Los legisladores opositores no quieren elecciones anticipadas, pues arriesgarían su holgada mayoría en momentos en que, de acuerdo con los sondeos, sufren gran desprestigio. Además, por una reforma de Vizcarra ratificada en referéndum en 2018, los parlamentarios no pueden ser reelegidos.

Recurso de Keiko

El Tribunal Constitucional está encargado de interpretar la Carta Magna y funciona como última instancia judicial en recursos de amparo, como el presentado para que Keiko Fujimori recupere su libertad.

La líder opositora está en prisión preventiva desde hace 11 meses por el escándalo de las dádivas de la constructora brasileña Odebrecht y el fallo sobre su recurso será anunciado próximamente por el tribunal.

La crisis política persiste en Perú desde que hace tres años el banquero Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) venció ajustadamente a la populista Keiko Fujimori.

Aunque perdió la presidencia, el partido de la primogénita de Alberto Fujimori (1990-2000) ganó una abrumadora mayoría en el Congreso con la que mantuvo contra las cuerdas a Kuczynski hasta forzarlo a dimitir en 2018.

Kuczynski fue sustituido por Vizcarra, su primer vicepresidente, quien carece de partido y bancada parlamentaria pero que, a diferencia de su antecesor, se ha enfrentado enérgicamente al Congreso, al que ha forzado a concederle hasta el momento dos votos de confianza. (I)