Los internos de la Penitenciaría del Litoral y del Centro de Privación Regional, situados en la vía a Daule, periferia de Guayaquil, debían desayunar este miércoles a las 08:00, pero se negaron a probar alimentos y se declararon en huelga de hambre, al tiempo que en redes era difundido un comunicado que anunciaba la protesta y quince peticiones.

Entre las exigencias constaban la regulación del suministro de agua potable, el restablecimiento de las visitas, la aprobación del beneficio de rebaja de penas por méritos y terminar con los economatos.

Afuera de las cárceles, familiares dijeron que los internos preferían “morir de hambre que seguir padeciendo”.

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Un policía de la Regional confirmó que los aprehendidos se negaron a desayunar.

Ramiro Ortega, comandante de Policía de la Zona 8, dijo que hasta las 10:00 de este miércoles no se había presentado ninguna novedad y aseguró que habían sido advertidos desde la noche del martes de la posible huelga.

Diario EL UNIVERSO pudo contactarse con el director de Rehabilitación, Edmundo Moncayo, quien dijo que solo aceptaba entrevistas en su oficina en Quito, negándose a ofrecer una versión por vía telefónica.

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Según familiares de internos, en algunos pabellones no hay agua desde hace tres meses, cuando se iniciaron los hechos de violencia que dejaron varios muertos; incluso afirmaron que habría un brote de una infección dermatológica.

“Algunos realizan sus necesidades en los mismos envases en los que les llevan la comida”, dijo un hombre que tramitaba la salida de su hijo del pabellón donde están los internos con tuberculosis, puesto que según él, dio negativo en el examen.

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Otros familiares y abogados también gestionaban cambios de pabellones.

En la cárcel de Lago Agrio se registró un motín que duró varias horas. En otras del país no hubo novedades.(I)