La fiesta era grande, casi como la cuchara de palo con la que ingresaron al libro de los Record Guinness. La alegría de los pauteños contrastó con el día frío y lluvioso. Ellos estaban orgullosos por lograr este reconocimiento internacional con base en uno de los elementos ancestrales utilizados en la cocina.

El día empezó con una ceremonia indígena de agradecimiento a la Pachamama (madre Tierra), a propósito del Inti Raymi. El ritual  empezó a las 10:00, alrededor de una cruz andina o chakana elaborada con granos, frutas y flores. 

Luego se dio una siembra simbólica de árboles, en un parque cercano, y se entregaron reconocimientos a quienes participaron en este proyecto. De ahí se presentó, de manera pública, el certificado enviado desde Record Guinness.

Publicidad

“The largest wooden spoon measures 20.06 m in legth and 5.06 in bowl diameter, and was made by Instituto Tecnológico American College and Restaurante Corvel in Paute, Azuay, Ecuador, as verified on 30 May 2019”, decía en la inscripción.

En castellano sería: “La cuchara de madera más grande mide 20,06 m de largo y 5,06 de diámetro del tazón y fue fabricada por el Instituto Tecnológico American College y el Restaurante Corvel en Paute, Azuay, Ecuador, según lo verificado el 30 de mayo de 2019”.

Pasado el mediodía del sábado 22, la gran bandera de colores amarillo, verde y rojo (los  de Paute) que cubría el gigante utensilio fue retirada por alumnos del Instituto American College. Ahí todos aplaudieron, filmaron con sus teléfonos celulares y tomaron fotos para no perderse este momento.

Publicidad

Una vez descubierta, el simbolismo se mantuvo. A pie, los taitas y mamas rodearon a la cuchara para botar sobre esta el  humo de incienso y tabaco para protegerla. También le emanaron buenas energías. De ahí se pudieron subir en el  mango de la cuchara para tomarse las fotos. Luego se armó el baile.

La elaboración estuvo a cargo de diez artesanos, liderados por Flavio Méndez, un hombre sencillo al que este trabajo le tomó cerca de un año “de sol a sol” junto a sus obreros. 

Publicidad

Para él este día fue especial,  porque demostró que en un pequeño cantón del Azuay se pueden hacer cosas grandes.

Uno de los mentalizadores del proyecto fue Patricio Coronel, chef profesional y dueño del restaurante Corvel, quien aseguró que ahora el reto de los artesanos será convertir a la cuchara de palo en su identidad cultural y gastronómica. 

En estos días la cuchara se exhibirá en la plaza 10 de Agosto, en el centro de Paute. Luego se la trasladará al sector de Tutucán. (I)