El papa Francisco animó a la juventud a profesar siempre “su catolicidad con orgullo”, abiertos al mundo, y a no permanecer encerrados “en una cerca”.

El Santo Padre hizo este llamado durante la audiencia concedida ayer al Centro de Turismo Juvenil con motivo de su 70º aniversario de fundación, informa el portal aciprensa.com.

“Ser católico no significa estar encerrado en una cerca, sino abrirse al mundo, deseosos de encontrar, porque tienen la intención de vivir ‘según el todo’ y por el bien de todos”, exclamó el papa.

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Además, el pontífice argentino invitó al Centro de Turismo juvenil, a la luz de su espiritualidad, a continuar difundiendo el “turismo lento” que contrapone al de masas, marcado por el consumismo, y en cambio “promueve la calidad y la experiencia, la solidaridad y la sostenibilidad”.

Entusiasmo de juventud

En su discurso pronunciado en el Aula Pablo VI, el papa Francisco se refirió al entusiasmo propio de la juventud, pero reconoció que hay muchos jóvenes que en vez de desear construir el futuro, lamentablemente se sienten desilusionados y desmotivados. “Tal vez debido al pesimismo que les rodea no se atreven a volar alto, sino que se contentan con sobrevivir o ir tirando”, dijo.

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“¡Qué feo es cuando un joven va tirando en lugar de vivir; ya está ‘jubilado’, y es feo que un joven esté ya jubilado”, exclamó el Papa.

Por ello, el Pontífice los animó a ser “compañeros de viaje de tantos de sus compañeros” para ayudarles a “recuperar el entusiasmo si ya no lo perciben porque está enterrado entre los escombros del desencanto o en el polvo de los malos ejemplos”.

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“Compartir el tiempo libre como tiempo de calidad puede convertirse en una buena llave para abrir la puerta del corazón de tantos jóvenes, generando lazos de amistad capaces de transmitir valores auténticos y la fe misma”, indicó.

En este sentido, el Santo Padre aseguró a los jóvenes que la Iglesia “los mira con gratitud y esperanza” y los animó a conservar la herencia de la espiritualidad y el ejemplo de su fundador, Carlo Carretto, “vivan todo en la oración, y por lo tanto, en el asombro y la acción de gracias”, concluyó. (I)