Estados Unidos difundió este miércoles su reporte anual sobre el estado de derechos humanos a nivel mundial, donde calificó el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi como una violación de derechos humanos y denunció abusos cometidos en Venezuela y Cuba.

El informe dice que Khashoggi, columnista del diario The Washington Post, fue asesinado por agentes saudíes cuando estaba al interior del consulado del reino en Estambul.

Sin embargo, no señala a nadie como responsable, pese a la conclusión de diversas agencias de inteligencia y del Congreso estadounidense de que el príncipe saudí, Mohammed bin Salmán, mandó a matar al periodista.

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El documento destacó que la Fiscalía General de Arabia Saudí procesó a 11 personas por el crimen y que otras 10 están bajo investigación pero no ha dado más información.

“Para fines de año la Fiscalía General saudí no había identificado a los sospechosos ni había especificado cuál fue su participación en el crimen, ni había ofrecido una explicación detallada de la investigación”, dice el reporte estadounidense.

Añadió que ese suceso es solo uno de varios casos en que "el gobierno saudí o uno de sus agentes participaron en matanzas arbitrarias".

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El reporte destaca otros abusos que se han cometido en Arabia Saudí, como el arresto de 20 activistas pro-derechos de la mujer, ejecuciones por delitos no violentos, desapariciones y torturas. Denunció también la intervención saudí en Yemen, afirmando que los bombardeos de la coalición con respaldo saudí contra rebeldes apoyados por Irán "resultaron en muertes de civiles y en daños a la infraestructura en varias ocasiones”.

Al mismo tiempo apunta a algunos avances en la monarquía, como el hecho de que se les permitió a mujeres postularse como candidatos en elecciones municipales por primera vez.

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En cuanto a Cuba, el Departamento de Estado denunció que “funcionarios del gobierno, bajo órdenes de sus superiores, cometieron la mayoría de las violaciones de derechos humanos y se negaron a investigar o procesar a aquellos que cometieron abusos... La impunidad para los perpetrados sigue siendo la norma”.

En Venezuela, dice el documento, abundaron las matanzas extrajudiciales por parte de las fuerzas de seguridad, la tortura, las brutales condiciones carcelarias, la violación de las libertades de expresión y de prensa, el fraude electoral, la corrupción, la impunidad, el tráfico de personas y el trabajo infantil.

"El gobierno venezolano no tomó medida efectiva alguna para investigar a funcionarios que cometieron estos abusos, y reinó la impunidad”, expresó. 

Caso Nicaragua

El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo, destacó el abusos de los derechos humanos en Nicaragua por parte del gobierno de Daniel Ortega, al lanzar el informe anual del Departamento de Estado sobre la situación mundial en la materia.

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En su presentación ante periodistas, el secretario de Estado eligió solamente a Nicaragua en el hemisferio occidental para mostrar los desafíos en materia de derechos humanos. En el resto del mundo, mencionó a Irán, Sudán del Sur y China.

"En Nicaragua, cuando los ciudadanos pacíficamente protestaron contra la pérdida de beneficios de la seguridad social recibieron disparos de francotiradores. Los críticos del gobierno enfrentaron una política de 'exilio, cárcel o muerte'", dijo el secretario de Estado.

El reporte de 2018, referencia para el Congreso para determinar la ayuda exterior, señala al igual que otros años graves violaciones a los derechos humanos en Cuba y Venezuela. Pero se explaya sobre Nicaragua, sacudida el año pasado por masivas protestas antigubernamentales.

En el país centroamericano, "los derechos humanos se deterioraron notablemente durante el año", apunta.

El informe dice que el "sistema político altamente centralizado y autoritario" del presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, ordenó a fuerzas policiales y parapoliciales reprimir "con violencia" las manifestaciones que estallaron en abril.

Como resultado, da cuenta de al menos 325 muertos, más de 2.000 heridos, cientos de detenidos ilegalmente y torturados, y más de 52.000 exiliados en países vecinos para noviembre.

Además, subraya que Ortega "enmendó las leyes de terrorismo para incluir actividades democráticas y usó el sistema judicial para caracterizar a actores de la sociedad civil como terroristas, asesinos y golpistas.".

Entre los abusos a los derechos humanos en Nicaragua, el reporte enumera homicidios arbitrarios cometidos por el gobierno o sus agentes, desapariciones forzadas por fuerzas de parapoliciales, tortura y violaciones sexuales por parte de funcionarios, así como detenciones arbitrarias.

También destaca la existencia de "prisioneros políticos", arrestos de periodistas, censura, interferencia "sustancial" con los derechos de reunión pacífica, ataques contra la Iglesia Católica, corrupción "generalizada", trata de personas, ataques contra la comunidad LGBTI, discriminación contra minorías étnicas y comunidades indígenas, y trabajo infantil.

"Ortega fortaleció activamente la impunidad para quienes violaban los derechos humanos y le eran leales", concluye. (I)