Una ola de frío extremo congeló el medio oeste de Estados Unidos este miércoles, con temperaturas más frías que en la Antártida que hicieron aterrizar aviones, suspender viajes y paralizaron la vida de decenas de millones de ciudadanos.

Los servicios postales se interrumpieron, los colegios y negocios cerraron y los residentes fueron obligados a permanecer en sus casas en doce estados donde las temperaturas alcanzaron cifras de dos dígitos bajo cero, la ola de frío más extrema en afectar a la región en años.

En la tercera ciudad estadounidense, Chicago, donde la temperatura esta mañana era de -30°C, con una sensación térmica de -46°C a causa del viento helado, hacía más frío que en la capital del estado de Alaska e incluso más que en algunas partes de la Antártida.

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Más de 1.500 vuelos fueron cancelados en los dos grandes aeropuertos de la ciudad y el operador ferroviario Amtrak interrumpió su servicio con salida de Chicago.

El servicio postal estadounidense, conocido por su compromiso en hacer llegar el correo a pesar de las inclemencias climáticas, suspendió las entregas en Indiana, Michigan, Illinois, Ohio, Dakota del Norte, Dakota del Sur y Nebraska.

La causa parece ser una masa de aire ártico que se desprendió del vórtice polar que habitualmente rodea al Polo Norte, provocando la ola polar.

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"Una masa de aire frío récord seguirá se mantendrá en el centro y este de Estados Unidos los próximos días", indicó el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés).

"Vientos helados de entre 30 y 60 grados bajo cero serán comunes a lo largo de las llanuras de norte, los grandes lagos y la parte alta del medio oeste", agregó.

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Las autoridades advirtieron que las temperaturas extremas podían ser mortales, y los estados de Illinois, Michigan y Wisconsin implementaron planes de emergencia. También se abrieron centros de acogida para residentes en situación vulnerable y refugios para vagabundos.

"Necesitamos que cada uno haga su parte y que garanticen que ustedes y sus familias están preparadas", dijo el gobernador de Illinois JB Pritzker.

Medios estadounidenses atribuyen al menos cuatro muertos a los fríos extremos y a la tormenta de nieve que les precedió. (I)