El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, encabezó el domingo ejercicios militares con equipamiento ruso que incluyó baterías antiaéreas y tanques disparando contra colinas, en busca de mostrar poderío y lealtad militar ante la presión internacional.

El mandatario, de 56 años y heredero político del fallecido mandatario Hugo Chávez, enfrenta un desafío sin precedentes a su autoridad desde que la semana pasada el líder opositor Juan Guaidó se autoproclamó presidente encargado argumentando que los comicios en los que Maduro resultó reelecto fueron una farsa.

Guaidó ganó apoyo internacional de una veintena de países, desde Estados Unidos y parte de Latinoamérica hasta Europa, y ofrece amnistías a militares y funcionarios que se le sumen. Israel también se unió el domingo a los países que respaldan al líder, un ingeniero de 35 años.

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En un acto transmitido por la televisión estatal el domingo, Maduro junto al ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino, vio en el fuerte de Paramacay a un pelotón de soldados lanzar rondas de morteros, fuego de baterías antiaéreas y tanques disparando contra colinas.

Maduro dijo que los ejercicios muestran al mundo que cuenta con el respaldo de las Fuerzas Armadas, que están preparadas para defender al país. El mandatario asegura que Guaidó lidera un golpe de Estado organizado por los asesores de ala dura del presidente estadounidense Donald Trump.

El imperio ataca a nuestro ejército y a nuestra fuerza armada (...) para tratar de incubar en la moral el veneno de la traición", dijo Maduro en su visita.

"Nadie respeta a los débiles, a los cobardes, a los traidores, nadie, en este mundo se respeta a los valientes, a los corajudos", agregó el mandatario y sostuvo que entre el 10 y el 15 de febrero se realizarán los ejercicios militares más importantes de la historia del país.

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La muestra de fuerza militar de Maduro en Paramacay se produjo un día después de que el agregado militar de la embajada de Venezuela en Washington desertara y reconociera a Guaidó como presidente interino, y a una semana de un breve levantamiento de miembros de la Guardia Nacional que fue rápidamente sofocado.

Marcha de la oposición

Mientras Nicolás Maduro participaba de los ejercicios, la oposición comenzó este domingo a repartir en puestos militares de varias ciudades del país copias del proyecto de ley de amnistía para quienes desobedezcan al jefe de Estado prometido por Guaidó.

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Soldado te hablo a ti: es el momento de ponerte del lado de la Constitución. Hoy te doy una orden: no dispares al pueblo", dijo Juan Guaidó, líder opositor, en un acto el domingo en Caracas.

"No es a través de represión que detendrán al bravío pueblo", agregó el Guaidó.

Desde Estados Unidos, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca John Bolton advirtió este domingo que cualquier hecho de violencia o intimidación a diplomáticos estadounidenses en Venezuela o al opositor Guaidó desataría una respuesta "significativa" de Washington.

Durante la gestión de Maduro, Venezuela se ha hundido en una tormenta política y social, con escasez de alimentos y protestas diarias en medio de una crisis económica que ha provocado una emigración masiva y una sideral hiperinflación.

Las protestas callejeras en la última semana han dejado un saldo de 28 muertos y 791 detenidos en todo el país, según organizaciones no gubernamentales.

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Un puñado de aliados

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidos se reunió el sábado para discutir la situación de Venezuela. Rusia y China respaldaron a Maduro y rechazaron los llamados de Estados Unidos, Canadá y países latinoamericanos y europeos para que se celebren elecciones anticipadas en un plazo de ocho días.

En una entrevista con CNN Turk divulgada el domingo, Maduro rechazó el ultimátum, calificando a los países europeos de insolentes por lanzarlo. El mandatario dijo, en declaraciones dobladas al turco del español, que Guaidó violó la constitución al declararse dirigente de la nación OPEP.

China y Rusia son grandes acreedores de Venezuela, que ha invertido en armamento ruso, incluyendo cazabombarderos Sukhoi y blindados. Reuters reportó el viernes que contratistas militares privados que hacen misiones secretas para Rusia llegaron a Venezuela para reforzar la seguridad de Maduro.

Al margen de la reunión del Consejo de Seguridad, el embajador de Rusia ante la ONU advirtió que había que evitar a toda costa una escalada militar en Venezuela, después de que Washington ratificara que todas las opciones estaban sobre la mesa para lidiar con la situación del país sudamericano.

En la reunión en la ONU, el gobierno de Maduro dijo que el presidente estaba abierto a hablar con Trump.

Ante la escalada de la tensión, el Papa Francisco pidió una solución "justa y pacífica" para superar la grave crisis venezolana durante una visita a Panamá.

Guaidó dijo el sábado que ha conversado con funcionarios del gobierno, aunque no especificó con quiénes. Diosdado Cabello, primer vicepresidente del partido de gobierno y segundo hombre fuerte del oficialismo, aseguró que se reunió con el opositor en un hotel de Caracas y que Guaidó le pidió que apoyara una convocatoria a elecciones, algo que Cabello rechazó. (I)