El papa Francisco llegó a Panamá la tarde de este miércoles para un encuentro con la juventud católica, en un ambiente especialmente tenso en América por el giro que tomó la crisis en Venezuela.

Francisco bajó por la escalerilla de su avión a las 16:34 (21H34 GMT) en la capital panameña para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Mientras el pontífice volaba desde Roma, Venezuela rompió relaciones con Estados Unidos tras la decisión de Washington de reconocer al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino del país petrolero en lugar de Nicolás Maduro.

El papa Francisco fue recibido al bajar por la escalerilla por el presidente Juan Carlos Varela y su esposa.

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Apoyo a migrantes

La visita estará marcada por la paralización generada en Estados Unidos por el prometido muro del presidente Donald Trump en la frontera con México, y por el avance de una nueva caravana de migrantes hacia el norte.

El primer pontífice latinoamericano de la historia, hijo de inmigrantes italianos en Argentina, ha hecho de la difícil situación que atraviesan los migrantes y refugiados una de las piedras angulares de su mandato. Además, se espera que ofrezca palabras de aliento a los jóvenes que asistirán a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Panamá, un acto religioso que se celebra cada tres años para animar a la nueva generación de católicos.

El arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, dijo que es probable que el mensaje de Francisco llegue a los jóvenes centroamericanos que ven que su único futuro lejos de la violencia y la pobreza es emigrar a Estados Unidos, “exponiéndolos al narcotráfico, la trata humana, la delincuencia”.

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Se espera que el papa anime a los jóvenes a crear sus propias oportunidades, mientras que pide a los gobiernos que hagan su parte. La visita coincide con un histórico cierre parcial del gobierno federal de Estados Unidos derivado del enfrentamiento entre el ejecutivo de Trump y los demócratas a raíz del financiamiento del muro fronterizo prometido por el mandatario.

Francisco ya pidió en el pasado “puentes, no muros” y en 2016, tras oficiar una misa en el lado mexicano de la frontera estadounidense, denunció que quien quiera construir una barrera para impedir el paso de los migrantes “no es cristiano”.

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Menos asistentes

La Jornada Mundial de la Juventud tendrá este año menos asistentes que en ediciones pasadas, con apenas 150.000 inscritos hasta la semana pasada, pero se espera que miles de personas acudan a los principales actos de la agenda del pontífice argentino, que incluye una vigilia y una misa de despedida el domingo.

El Vaticano reconoció que la fecha de enero no encaja con las vacaciones escolares en Europa o Norteamérica, dos zonas con gran representación en la jornada de la juventud.

El viaje de Francisco, el primero de un año cargado de compromisos en el extranjero, llega en un momento crítico de su papado: la jerarquía eclesiástica sufre una crisis de credibilidad en todo el mundo por encubrir durante décadas los casos de sacerdotes que abusaban sexualmente de jóvenes.

Abusos de sacerdotes

En su visita a Panamá, el pontífice no se reunirá con sobrevivientes de abusos, según el vocero del Vaticano, Alessandro Gisotti. En Centroamérica no han estallado escándalos de abusos como los que salpicaron a la curia en Chile, Estados Unidos y otras partes del mundo.

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Esta es la primera visita papal a Panamá desde la de san Juan Pablo II en 1983, durante una gira por la región que incluyó una visita no programada a la tumba del arzobispo Óscar Romero en El Salvador. (I)