Una de las dos mujeres que logró ingresar a un templo hinduista vedado en el sur de India, fue agredida por su suegra al regresar a su casa luego de varios días escondida para escapar a la violencia de los ortodoxos.

"Kanaka Durga presentó una queja contra su suegra que, según ella, la agredió cuando regresó a su casa esta mañana", dijo el martes un agente de policía de Perunthalmanna a la AFP.

Kanaka Durga de 39 años, había estado escondida durante varios días después de haber hecho historia por entrar al templo Sabarimala junto con Bindu Ammini, el 2 de enero, generando disturbios en Kerala, una región en el sur de la India.

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Sabarimala, ubicado en la cima de una colina, está dedicado al dios Ayyappa, y sus seguidores creen que dejar entrar a una mujer en edad fértil va en contra de sus deseos.

Kanaka Durga, que trabaja para el gobierno, fue ingresada en un hospital en Malappuram, una ciudad vecina, donde varios manifestantes se han reunido para continuar protestando.

En una entrevista con la AFP, cuando aún estaba escondida, Kanaka Durga dijo que entró al templo porque es su derecho como devota, y para promover la equidad de género.

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Según ella, su familia está enfadada porque no les comunicó lo que planeaba hacer, por miedo a que intentarán detenerla.

Después de que las mujeres entraran al templo, el sacerdote principal cerró las puertas del templo durante una hora para realizar una "ceremonia de purificación", ya que se cree que las mujeres que menstrúan son impuras. (I)