En Ecuador, y según cifras de la Superintendencia de Bancos, hasta agosto del 2018, se han emitido más de 3 millones de tarjetas, se realizaron cerca de 16,5 millones de transacciones de consumo y se facturaron USD 1.070 millones en los más de 87 mil puntos de venta que aceptan pagos con este singular plástico. Pero, ¿cómo nació la idea de crear este mecanismo de pago, ¿cuál fue la primera tarjeta de crédito que se emitió en el mundo?

Pues todo tuvo origen en 1949 en un lujoso restaurante de New York, cuando Frank X. McNamara, director del Hamilton Credit Corporation, al darse cuenta que había olvidado su billetera, debió llamar a su esposa para que le llevase dinero para cancelar una cena de negocios a la que había invitado a Alfred Bloomingdale, dueño de la tienda Bloomingdale y Ralph Schneider, abogado de McNamara.

Este episodio, que pudiese resultar un simple evento bochornoso y jocoso a la vez, resultó ser una de las ideas financieras más innovadoras que solucionarían más de un imprevisto o necesidad a partir de ese día.

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En ese entonces en New York, aparte del pago en efectivo, solo ciertos clientes preferenciales del banco neoyorquino Flatbush Bank, podían realizar compras mediante vales que cargaban el valor de sus consumos a la cuenta del banco; al igual que, ciertos clientes frecuentes de restaurantes, grandes almacenes o comercializadoras de combustible tenían la oportunidad de aperturar una cuenta por local, que les brindaba la facilidad de consumir hoy y pagar después. Sin embargo, este mecanismo al que hoy conocemos como “fiar”, estaba dejando algunos deudores en mora y, por ende, establecimientos con problemas de liquidez.

Es así como tras la identificación de necesidades y la visionaria oportunidad de un nuevo negocio, nace la primera tarjeta de crédito en la historia de productos y servicios financieros, a la que McNamara decidió llamar Diner’s Club, en honor a aquella cena. Y de esta forma, propuso a sus amigos crear una sola herramienta de crédito que pudiera usarse en varios establecimientos, que fuera personalizada para evitar fraudes y que, de paso, les permitiera ganar un interés por los pagos mensuales.

De esta forma, en 1950 se crea la compañía Diners Club, la misma que para inicio de los años 50 ya contaba con 42 mil abonados y trabajaba con 330 establecimientos en Estados Unidos. Y como sistema de beneficio, los miembros del club debían cancelar USD 3 anuales por mantenimiento, y un 7% de carga de interés por cada consumo a crédito.

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A pesar de ser una propuesta exitosa y con tendencia a ser replicada y cubrir más plazas y países, en 1953 McNamara y debido a su gusto por descubrir nuevas oportunidades de negocios, se ve tentado a incursionar en el negocio de los bienes raíces y toma la decisión de vender su paquete de acciones a sus socios por la cantidad de USD 200 mil.

Y aunque Diners Club no tuvo competidores hasta 1958, el haber diseñado un medio de pago con el que se pudiera realizar consumos en diferentes ciudades, países y establecimientos del mundo, reemplazar el dinero en efectivo y facilitar el pago a crédito, no se puede negar el reconocimiento indiscutible al legado que dejó Frank X. McNamara, reconocimiento que se consolida también en los 68 años de creación de Diners Club Internacional.

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La primera tarjeta de crédito aceptada internacionalmente

Ya habiéndose creado el concepto de una tarjeta de crédito internacional, Diners Club inició su proceso de expansión hacia Canadá en 1952, por lo que comenzaron a abrirse filiales en España, México y Cuba, posteriormente se abarcaría hasta Europa Occidental, Centroamérica y el Caribe, hasta llegar a los países del bloque oriental.

Para 1961, el crecimiento acelerado de los tarjetahabientes hizo que se sienta la necesidad de formalizar el medio de identificación por lo que se decidió pasar de la versión de una tarjeta de cartón, a una versión emitida en plástico.

La consolidación en el mercado financiero de Diners Club a lo largo de los años ha sido marcada por ser un referente de innovación y prestigio, características que la llevaron en el 2008 a ser adquirida por Discover Financial Services (DFS); uno de los principales emisores de tarjetas de crédito en los Estados Unidos, además de ser una de las más importantes compañías de servicios de pago electrónico.

Hoy en día, Diners Club Internacional opera a nivel mundial con una amplia red de establecimientos que superan los 14,6 millones, en más de 200 países, con acceso a más de 750 mil cajeros automáticos y a más de 200 salas VIP en el mundo.

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Un servicio que se reinventa con los años

Para 1968 y luego de ocho años de presencia en Colombia, inician las operaciones de Diners Club en Ecuador. A mediados de los años ochenta comienza la tarea de pasar de un concepto del privilegi, a la promesa de un servicio con un mundo sin límites para los socios. Los cambios y los retos continuaron y asimismo el éxito, que terminaron en la consolidación de una operación exitosa que resalta hasta hoy en día.

En este sentido, para Diners Club resulta oportuno mantenerse siempre a la vanguardia y sostenerse como una organización que jamás envejece. La estrategia, además de un manejo de marca de primer nivel, se encuentra en los múltiples hitos de innovación que han introducido como las tarjetas de afinidad y convenio con aliados seleccionados; las tarjetas especializadas como Gift Card, Freedom y Kids como alternativa para clientes más jóvenes y; la tarjeta Club Miles con un programa de recompensas innovador.

En mayo del 2017 y como respuesta a los cambios en el marco regulatorio de las entidades financieras, Diners Club Ecuador transforma su personería jurídica y se convierte en el Banco Diners Club del Ecuador S.A. según resolución SB-DTL-2017-420. De esta forma, pasa a ser un Banco especializado en el segmento de consumo, con franquicias como Diners Club Internacional, Visa y Discover, y con una estructura de propiedad privada del 99,95%.

Y es que, tras la figura de un banco tecnológico, que Diners Club no solo ajustó sus sistemas internos, sino que también los adaptó a una nueva arquitectura organizacional para la incorporación paulatina de nuevos servicios en su portafolio, entre los que se destacan algunos como Chatbot o PayClub Móvil, propuestas tecnológicas creadas para mantener el ritmo de innovación y excelencia en la atención a sus socios.

Hoy, podríamos decir con seguridad que Diners Club del Ecuador se ha desarrollado en función a la reinvención, estrategia que le ha permitido mantener sus operaciones por más de 50 años y ser el creador de varios conceptos, introduciendo innumerables ventajas tanto para sus más de 743 mil socios como para los 53.109 establecimientos afiliados. Muestra de ello fue la propuesta de los MODOS, y en especial el Modo Tasty, una oferta comercial exitosa que permitió principalmente reactivar la promesa gastronómica e introducir un mecanismo de consumo orientado hacia la suma de experiencias del cliente.

Sin duda alguna, los avances tecnológicos, así como la búsqueda constante de brindar servicios más eficientes, cercanos y de vanguardia, han colocado a Diners Club como una empresa referente del sector financiero local y global; no podemos dejar de desmerecer su aporte en la historia, aquella idea de Frank Mcnamara que permitió que hoy, millones de personas puedan disfrutar de conocer y experimentar a través de sus consumos alrededor del mundo. (P)