Fausto Falconí es ingeniero agrónomo, tiene 60 años y durante 25 trabajó con transnacionales en agricultura convencional, con químicos. Hace 12 años su visión del campo cambió y aprendió las técnicas de la agricultura orgánica con pequeños campesinos y se dedicó a producir rosas en Cayambe, luego vendió esa finca y hace un año y medio cumple su sueño: producir hortalizas, frutas, pollos y huevos en su nueva finca Pura Vida, en la parroquia Checa, en Pichincha.