"Todo fue reportado. El usuario (Fernando Alvarado) se acercó a revisiones técnicas y aún así el sistema seguía generando alertas, que eran alertas del sistema. Nosotros reportamos los problemas (a nuestros superiores), sin embargo no se dio una solución a tiempo de todos los problemas que no solo eran de ese usuario, sino de todos (los grilletes)".

Así respondió esta mañana Vanesa Mejía, supervisora de turno del Ministerio de Justicia que recibió el mensaje de WhatsApp que envió Fernando Alvarado el sábado último, día en que se fugó, luego de rendir la versión en la Fiscalía dentro del caso que investiga la salida del país del exsecretario de Comunicación del gobierno de Rafael Correa.

Según Mejía, ellos -como parte operativa del sistema de vigilancia- reportaron desde el 2017 que hay problemas en el sistema. Esos reportes con problemas los habrían hecho llegar al proveedor, a sus superiores en la cadena de mando que tenían, pero asegura la funcionaria, que fue despedida de su cargo, junto a cinco compañeros más de su grupo, el 23 de octubre pasado, que nunca les respondieron nada, ni solucionaron los problemas.

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Exfuncionaria ve injusto que la hayan despedido

La joven ve injusto que les hayan despedido y que encima se les quiera endilgar responsabilidades y complicidades penales en la fuga de Alvarado.

Mejía recuerda que ella ingresó a trabajar el día que se dio la fuga y que fue a ella a quien le llegó el mensaje enviado por Alvarado vía WhatsApp, pero aclara que jamás el dispositivo generó una alerta, pues siempre estuvo en línea.

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"Nosotros realizamos el monitoreo, pero más allá del sistema no podemos topar el sistema. Ese proceso lo hace personal técnico y nosotros no somos técnicos. Todas las novedades son reportadas a nuestros superiores y ellos debieron solventar estos problemas", apuntó Mejía.

Andrés Benítez, abogado de Mejía, señaló que su clienta ha cumplido con todas las funciones que le corresponden en calidad de supervisora y ha cumplido los roles de tal manera que, dice, han podido determinar que la falla es del sistema.

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"Esto es nada más que una falla del sistema. Este sistema de grilletes es completamente caótico y los operadores, pese a tener estas adversidades, las han solventado de manera directa. (...) Los grilletes y todo el sistema son de pésima calidad. Desde su compra hasta el día que se deje de usar este grillete se tendrá que hacer la investigación. Hacia allá deben apuntar las investigaciones: quién compró estos elementos de pésima calidad y un sistema que no ha funcionado en lo absoluto", explicó Benítez. (I)