Una nave europeo-japonesa inició un viaje de siete años hacia Mercurio para estudiar el planeta más pequeño y menos explorado del sistema solar.

La misión BepiColombo, la tercera que visitará Mercurio, despegó desde el puerto espacial de Europa en Guayana Francesa a bordo de un cohete Ariane 5 a las 10:45 p.m., hora local, el viernes (0145 GMT del sábado), según la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA).

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"El lanzamiento de BepiColombo es un enorme hito para la Agencia Espacial Europea (ESA) y para la JAXA, y habrá muchos grandes éxitos en el futuro", comentó el director general de la ESA, Jan Woerner, en un comunicado.

"Más allá de completar el viaje desafiante, la misión entregará enormes réditos a la ciencia", agregó.

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Pocas naves espaciales han visitado Mercurio debido a la corta proximidad del planeta con el Sol, de menos de 60 millones de kilómetros, que se compara con los 150 millones de kilómetros de la Tierra y que hace difícil cualquier viaje allí.

Las temperaturas en la superficie de Mercurio pueden alcanzar máximos de más de 400 grados Celsius durante el día y caer a menos 170 grados Celsius durante la noche.

La sonda Mariner 10 de la NASA, lanzada en 1973, mapeó cerca de un 45 por ciento de la superficie del planeta y su misión Messenger fue lanzada más de tres décadas más tarde en 2004 para completar el mapeo.

El viaje

BepiColombo, bautizado en honor al matemático e ingeniero italiano del siglo XX Giuseppe (Bepi) Colombo, saldrá del campo gravitacional de la Tierra un año y medio después del lanzamiento para luego ganar velocidad en su viaje. Pasará por Venus dos veces y luego volará al lado de Mercurio seis veces antes de entrar a su órbita cerca de diciembre de 2025.

En ese punto, liberará dos sondas diferentes que lleva, el módulo orbital planetario de Mercurio de la ESA y el módulo orbital magnetosférico de Mercurio de la JAXA.

La primera estudiará la superficie y composición interna de Mercurio para determinar el contenido de hierro del planeta y examinar por qué su centro es parcialmente líquido, mientras que la segunda recogerá datos sobre la magnetósfera del planeta.

Ambos módulos orbitales estudiarán el planeta por un año, con un espacio para una posible extensión de un año. (I)