Ha pasado una década desde que la talla de Narcisa de Jesús llegó a la iglesia de San Lorenzo, en el madrileño barrio de Lavapiés y el mismo tiempo desde que fue nombrada santa, el 12 de octubre de 2008, por el papa Benedicto XVI. Dos motivos suficientes para que esta mañana decenas de inmigrantes llenaran el templo para rendir tributo a la patrona de Nobol.

En el templo, sitio de culto de las principales advocaciones latinoamericanas, también se homenajeó a monseñor Óscar Romero, de El Salvador; y, a la madre Nazaria Ignacia, a quienes hoy el Papa Francisco declaró santos.

“La ‘Niña Narcisa’ se quedó huérfana, se dedicó a la costura y a dar catequesis y cultivó la amistad con Jesucristo”, resaltó en la liturgia el párroco, Juan José Arbolí.

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Fue el fallecido Nicolás Issa Obando, durante su actividad como embajador de Ecuador en España, quien tuvo la iniciativa de entregar a la parroquia la efigie de 95 centímetros elaborada con resina policromada.

Desde hace 10 años, el guayaquileño Estuardo Loor acude a las homilías que recuerdan los milagros de esta mujer laica, devota de Santa Mariana de Jesús.

El inmigrante Loor, albañil en Madrid, visitaba siempre el santuario en Nobol. Hoy, cada mes de octubre, peregrina hasta la iglesia de San Lorenzo para “pedir por la familia que sigue lejos o el trabajo que, a veces, escasea”.  (I)