Los caramancheleros, cajoneros o buhoneros, es decir, quienes en pequeños puestos fijos o ambulantes emprenden actividad comercial al ofrecer al transeúnte productos de consumo masivo, casos de peinillas, peinetas, agujas, alfileres, hilos, invisibles, pilas, pasadores o cordones de calzado, elástico y un largo etcétera, están plenamente identificados con la memoria de la ciudad y gozan del respeto de sus conciudadanos por su trabajo diario.

En épocas pasadas los caramancheles, puestos de exhibición y venta de diversidad de productos y adminículos, se repartían por calles céntricas de la ciudad, adosados a pilares de conocidos edificios o a la entrada de grandes almacenes; con las nuevas ordenanzas de ocupación de vía pública y la regeneración urbana, muchos de estos perdieron sus habituales ubicaciones y tuvieron que migrar, replegarse y hasta el punto de desaparecer.

Sin embargo, en pleno siglo XXI, cuando Guayaquil presenta otro paisaje urbano que gusta a sus vecinos, compatriotas y extranjeros visitantes, todavía se observan –a veces bastante camuflados– los populares caramancheles. Y pocos son los parroquianos que se privan de acercarse a estos en pos de algún artículo de uso personal o del que esté faltando en el hogar. La compra al paso, incluyendo el regateo del comprador, no se hace esperar.

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Tal la visión comercial y la seriedad de los caramancheleros al ejercer su labor, que en un antiguo aviso clasificado de Diario EL UNIVERSO (1942) el propietario de uno de estos puestos anunciaba a sus clientes y favorecedores la nueva dirección de su negocio, prometiendo atenderlos con el esmero y la cortesía de siempre. Así sucede con uno de los oficios u ocupaciones de mucho arraigo en la memoria de los guayaquileños.

Algunos compatriotas que iniciaron su trayectoria comercial por medio del caramanchel lograron progresar notablemente y se convirtieron en prósperos propietarios de grandes almacenes. (I)

Ciudad de lauros, tierra sacrosanta:/ En tu ubérrimo pecho se amamanta/ la Patria entera de impoluta gloria. Pedro Enrique Ribadeneira (guayaquileño)

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