La esperanza de María del Carmen Mendoza, madre de Jorge Aníbal, uno de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa en 2014, resurgió de las cenizas cuando el presidente electo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo que su gobierno aceptará una comisión investigadora del caso.

Sin importar que pasaron cuatro años, Mendoza lleva con cuidado un cartel con el rostro de su hijo, de entonces 19 años, y llora, pero dice que hoy se siente esperanzada porque antes “nadie nos escuchó, nos veían llorar, pero no nos ayudaban a saber dónde están nuestros hijos”, afirmó la madre.

Familiares recuerdan el cuarto aniversario del secuestro de los estudiantes por parte de policías corruptos en la ciudad sureña de Iguala. Según la fiscalía, los agentes entregaron a los estudiantes a una pandilla de narcos que supuestamente los asesinaron antes de incinerar sus cadáveres, pero los cuerpos no han sido hallados, aparte de fragmentos de huesos calcinados de un estudiante.

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El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos lamentó que las autoridades de México se concentraran en la ‘insostenible’ defensa de la versión oficial de la desaparición de los 43 estudiantes, en el aniversario de un caso que estremeció al país y que aún no se ha esclarecido. “Preocupa que la respuesta del Gobierno se haya enfocado en reiterar lo insostenible e intentar acallar o desprestigiar las voces de quienes han cuestionado la versión oficial”, dijo. (I)

26 de septiembre de 2014, unos 100 estudiantes fueron atacados, 43 desaparecieron.