Considerado uno de los congresistas más respetados en la historia reciente de EE.UU., el fallecido exsenador John McCain recibe homenajes desde diversos lugares y sectores políticos.

John Sidney McCain III tuvo un solo empleador a lo largo de su icónica y tempestuosa carrera: los Estados Unidos de América.

Defensor de la libertad, de la igualdad de derechos, de la dignidad de las personas, el senador y héroe de guerra priorizó como lo más importante el interés del país en sus decisiones, incluso yendo a contracorriente con su partido.

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Siguiendo los pasos de su padre y su abuelo se alistó en las fuerzas navales de EE.UU. y vivió al servicio de su país: primero como piloto de combate y luego como legislador, hasta su muerte el pasado sábado por un cáncer cerebral.

En 1967 fue enviado a Vietnam, en donde el avión que pilotaba fue atacado. Gravemente herido, fue torturado y estuvo prisionero más de cinco años. Las lesiones fueron permanentes y no pudo levantar los brazos para peinarse o cepillarse los dientes.

Fue elegido a la Cámara de Representantes por Arizona en 1983. En 1986 fue elegido al Senado, donde sus posiciones se alejaron del radicalismo republicano. En las primarias de 2000 perdió la postulación a la candidatura presidencial frente a George W. Bush.

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En 2008 logró la nominación presidencial y fue derrotado en las urnas por Barack Obama. Durante su campaña destacó la importancia de las relaciones con América Latina. “Es cada vez más vital para la suerte de EE.UU”, dijo en ese entonces.

El exsenador retiró el apoyo a la candidatura del actual presidente, Donald Trump, tras la difusión de un video con comentarios obscenos del magnate sobre las mujeres.

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Durante el mandato de Trump, su voz fue inquebrantable hasta al final. Fustigó y criticó su política inmigratoria; denunció la cumbre con el líder ruso, Vladimir Putin, como un “error trágico”. Sus constantes ataques a la prensa molestaron también a McCain, quien respondió a Trump: “Eso es lo primero que hace un dictador”.

El Senado se convirtió en su segundo hogar durante 30 años. El féretro estará hoy en el Capitolio, que estará seguido mañana de un servicio fúnebre en la Catedral Nacional.

El Congreso de EE.UU. decidió otorgarle los funerales de Estado a McCain, un honor que se concede a jefes de Estado o figuras públicas. El exsenador fue considerado “un gran patriota estadounidense, un estadista que puso a su país primero y enriqueció a esta institución a través de muchos años de servicio”. (I)

Debilitamos nuestra grandeza cuando confundimos nuestro patriotismo con rivalidades tribales que han sembrado resentimiento, odio y violencia en todos los rincones del globo. La debilitamos cuando nos escondemos detrás de los muros, en lugar de derribarlos.John McCain