Hace 26 años el entonces presidente peruano Alberto Fujimori disolvió el Congreso bicameral que tenía el país a fin de frenar a la oposición y conseguir sus objetivos, entonces hizo una nueva constitución e instauró un sistema unicameral que se utiliza hasta ahora.

Ese sistema parlamentario podría cambiar con la propuesta del presidente Martín Vizcarra, que plantea incluir dentro de un plebiscito a la reforma judicial una consulta para volver al bicameralidad sin aumentar los congresistas. Es decir, de los 130 diputados actuales, pasarían a 100 diputados y 30 senadores.

Según Vizcarra, el objetivo es fortalecer la democracia de un poder legislativo con ínfima popularidad por la corrupción que ha sumido al país en un profunda crisis en los últimos meses. ¿Pero esto resolverá ese problema? Esa es la pregunta que se hacen analistas, aunque la mayoría está a favor de volver a tener un sistema legislativo en el que los proyectos sean aprobados por dos cámaras.

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El tema ya es parte del debate nacional y Vizcarra trata de distanciarse de la clase política vista como corrupta mientras su popularidad va mejorando.

Según el diario peruano El Comercio, el mayor obstáculo para alcanzar ese objetivo es el apoyo popular que pueda lograr la medida y el hecho de que en la propuesta de Vizcarra está el impedir la reelección de los legisladores, algo que “recorta la facultad ciudadana de reelegir a un buen congresista”. Un punto que se deberá negociar entre los poderes Ejecutivo y Legislativo.

El politólogo Ignazio de Ferrari había observado los resultados de un sondeo de Ipsos, según el cual, la cifra de quienes apoyan la bicameralidad es muy similar a los que la rechazaban. Refirió que podría ser “demasiado simplicista” pensar que el cambio va a mejorar la calidad de los legisladores.

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Con Ferrari concuerda el politólogo Carlos Meléndez en su columna de El Comercio, pero agrega que el fondo del problema es la representación territorial, pues para él se debe renovar la geografía electoral para otorgarle “representación política a los ejes dinámicos de la economía y de la sociedad”.

En este punto, el Gobierno ya ha mencionado que la Cámara de Senadores tendrá una representación regional equitativa y asegurará la participación política de las mujeres. Además estarán entre sus funciones aprobar el presupuesto del Gobierno nacional, revisar los proyectos de ley y designar a los funcionarios públicos de mayor jerarquía, publica Europapress.

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El cambio de sistema parlamentario se discute desde la caída de Alberto Fujimori, pero ningún presidente lo había puesto en debate hasta ahora.

El diputado independiente (exoficialista) Alberto de Belaúnde apoya el retorno a la bicameralidad, pero indica que no bastará el número actual de congresistas (130), pues no generaría una representación adecuada. También es crítico con el impedimento de la reelección parlamentaria.

Otros analistas ven la reforma como demagogia, citando a Transparencia Internacional que muestra cómo seis de los países menos corruptos del mundo son unicamerales y otros que están entre los más corruptos son bicamerales. Sin embargo, el especialista en temas políticos Enrique Gershi dijo que el Senado nunca debió eliminarse, “fue un error de la Constitución del 93”, y que debe volver para compensar el ‘caciquismo’ de los congresistas de hoy.

Otro punto complejo es que Vizcarra quiere que el referéndum que incluye este cambio sea el 7 de octubre con las elecciones seccionales, pero el Congreso y otros actores políticos han afirmado que será difícil que sea así.

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96 de 180 países
Ese puesto ocupa Perú en el índice de corrupción de Transparencia Internacional. (I)