Europa hacía frente ayer a una intensa ola de calor que dejó temperaturas récords en Portugal, donde se alcanzaron los 46ºC, y provocó tres muertos en España, mientras el asfalto se derretía en algunas zonas.

Según Paula Leitao, del Instituto Portugués para Mares y Atmósfera (IPMA), la ola de calor alcanzaba máximos. En la ciudad de Setúbal, cerca de Lisboa, hubo temperaturas de hasta 46 ºC durante el día.

En Monchique, en el sur, un incendio forestal devastaba dos frentes, debido a “la temperatura de 46 ºC pero de sensación real de 50 ºC” y muy poca humedad en el aire, explicó a un medio local Víctor Vaz Pinto, responsable de las operaciones de rescate de la zona.

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Unos 740 bomberos, junto a 10 aviones y helicópteros, intentaban controlarlo, según Vaz Pinto y la agencia de protección civil.

El día anterior, 16 estaciones meteorológicas de Portugal registraron temperaturas récord, como en Alcácer do Sal, cerca de Setúbal, donde se alcanzaron los 45,9 ºC.

Las autoridades de Lisboa cerraron zonas de juego e instaron a la población a evitar los pícnics y las actividades al aire libre. Los refugios para las personas sin hogar también abrieron más temprano.

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En el sur de España, los termómetros de la turística ciudad de Córdoba marcaron los 44 ºC. Mientras en el noreste, un incendio forestal en la frontera con Francia obligó a cerrar una autopista que une ambos países, en tanto los bomberos luchaban contra las llamas con ayuda de seis aviones y helicópteros. El calor se cobró tres vidas esta semana en España.

En tanto, en Holanda, las autoridades cerraron algunos tramos de las autopistas, donde el calor llegó a derretir el asfalto.

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En la céntrica ciudad de Zwolle, se empezaron a cortar las ramas de cerca de cien álamos. La televisión pública holandesa explicó que las ramas podrían quebrarse a causa del calor y suponer un peligro.

Cuatro reactores nucleares de Francia fueron cerrados a causa de la ola de calor.

En el norte de Italia también se sentía un calor abrasador que golpeaba los vehículos. Según un informe de la asociación ecologista Legambiente, publicado esta semana, en Lazio, las olas de calor causaron 7.700 muertes desde el 2000. (I)