Nueve músicos (cinco de ellos puruháes), dos actores que narran en kichwa y español y una directora de arte que ayuda al público a trasladarse a donde ficticiamente quieran ir, forman parte de la obra Puruwá, del colectivo de artes multidisciplinarias Confundamiento.

La obra estuvo dirigida por Julian Coraggio y se presentó hasta el pasado viernes en el Teatro México, en Quito, informó el portal lahora.com.ec.

La idea era contar la historia de la nacionalidad, reforzar las palabras con música para que la imaginación se haga realidad.

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Con Puruwá, así como con otras obras con el mismo lineamiento como Viaje inicial y Despertar Andino, Coraggio, cineasta y fundador de Cofundamiento, ha experimentado con la fusión de distintos tipos de destrezas y disciplinas artísticas: teatro, danza, video, circo y performance.

También con los recursos sensoriales: el olor, el gusto, el tacto y el sonido.

Todo esto permite al público involucrarse e incluso trasladarse a diversos espacios urbanos y rurales del planeta, porque la obra se experimenta, literalmente, con los ojos cerrados de principio a fin. Este trabajo forma parte del proyecto ‘Conciertos sentidos’, agrega lahora.com.ec.

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En la obra sensorial, la música de la nacionalidad Puruhá, que Coraggio conoció recién en febrero en una comunidad de Colta (Chimborazo), es interpretada por cinco de sus pobladores, acompañados por músicos indígenas invitados independientes del grupo Yarina y de la Orquesta de Instrumentos Andinos.

Esta suena de principio a fin, como envolviendo al público. Y aunque sus mismos pobladores la califican de triste, la música puruhá genera emociones distintas, asegura Coraggio.

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Es más misticista (triste-alegre), lleva a una vibración más espiritual que conduce al público a imaginar, sentir y experimentar. La quena, la zampoña, el paya, el toyo, el bombo, la chacha, la guitarra, el bandolín, y el charango son los ‘invitados’ de honor para entrar en la cosmovisión andina.

“Entonces, es muy difícil determinar qué es lo que provoca la melodía de este pueblo. Depende de cómo cada persona lo sienta”, comenta.

Los textos de la obra cuentan sobre un pueblo guerrero, con la esencia de los hombres que visten poncho rojo y las mujeres que lucen bayetas verdes en su diario vivir en las faldas del Chimborazo. Son detalles puntuales que llevan al público a sentir su música, disfrutar de su baile, conocer sus olores y saber quiénes son.

Coraggio lamenta que la mayoría de las personas no conozca la existencia de este y otros pueblos indígenas ecuatorianos y peor de sus costumbres, por lo que cree que tienen que salir más a la luz.

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Es importante difundir y escuchar otras cosas que en su gran mayoría “es algo que no es nuestro”.

“Las cosas que hay aquí son hermosas y no las valoramos, pero sí afuera”, indicó Coraggio, quien manifestó que este tipo de obras es una oportunidad para que el público las conozca con base en nuevas experiencias. (I)

Más datos
Proyecto

Sentidos
En los ‘Conciertos sentidos’, proyecto nuevo del colectivo Cofundamiento, se siente la música de una manera mucho más personalizada, asegura Julian Coraggio, su director. El público al estar con los ojos cerrados, no ve a nadie más, condición que le permite sentir que la música lo rodea, lo envuelve y lo transporta a un universo creado por él mismo.