El Ministerio de Salud Pública envió una solicitud para emplear a 800 personas bajo la modalidad de servicios ocasionales. “Son para los hospitales de Chone (Manabí) y de Monte Sinaí (Guayaquil)”, aseguró ayer el ministro del Trabajo, Raúl Ledesma Huerta.

“Les he pedido que me detallen en qué áreas específicas va a trabajar cada persona, que se justifique que es una nueva área de atención. La única justificación es que sean profesores, prestadores de servicios. Todo lo administrativo está prohibido”, dice Ledesma, quien ayer recalcó en la Escuela Superior Politécnica del Litoral, en Guayaquil, que la circular basada en el Decreto Nº 135 prohíbe la contratación de nueva masa salarial a través de contratos ocasionales, sin que ello implique el despido de quienes están empleados bajo esa modalidad en el sector público.

De los 70.000 que tienen contratos ocasionales, 11.000 no tienen un año: “Hay que decidir si se mantienen o no. Son contratos ocasionales, no deberían de mantenerse”, asegura.

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De los 59.000 que quedan, 31.000 deberán participar en los concursos de méritos y oposición hasta diciembre.

Y la diferencia, 28.000, irán a concursos programados para el 2019. Son puestos que serán ocupados si alguien gana.

“Lo haremos a través de una empresa privada y con el acompañamiento y la veeduría del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (transitorio). Esta vez no habrá que le paso a mi compadre las preguntas, ni que califico con un porcentaje diferente a uno u otro. Eso no pasará. Serán procesos transparentes”, añade.

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El presidente de la República, Lenín Moreno, sugirió que los concursos sean manejados por la cartera del Trabajo y no por cada entidad como venía ocurriendo, dice Ledesma. Los plazos de los procesos se establecieron de acuerdo con la capacidad de la plataforma que tiene el ministerio, afirma.

Augusto Barrera, secretario de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, manifestó, en la reunión con las autoridades de universidades públicas en la Espol, que la prohibición no afecta a la educación superior que tienen docentes contratados por servicios ocasionales.

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“Hay una gran diferencia porque son autónomos y además son contratados a través de la Ley Orgánica de Educación Superior. Es diferente un docente que se contrata por servicios ocasionales que un funcionario en el Ejecutivo, esto ha generado mucha tranquilidad porque no va a restringir las operaciones de las universidades”, dice Barrera. (I)