Desde su agitado nacimiento hasta su oposición a la energía nuclear, cinco datos sobre Austria, que asume el domingo la presidencia rotatoria de la Unión Europea (UE).

Una joven centenaria

La República austriaca, nacida en 1918 sobre las ruinas de la Primera Guerra Mundial y del imperio austrohúngaro, celebra este año un siglo de existencia.

"Lo que queda es Austria", resumió sin piedad el dirigente francés Georges Clémenceau cuando nació el pequeño Estado privado de los antiguos territorios del imperio de los Habsburgo, que se extendía desde Checoslovaquia hasta Yugoslavia.

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La Primera República sufrió violentos enfrentamientos entre la izquierda y la derecha que dieron lugar a partir de 1934 a dos dictaduras, el austrofascismo y el nazismo.

Esos años de división llevaron a los austriacos a preferir durante años las coaliciones centristas después de 1945, a costa de un reconocimiento tardío de la responsabilidad del país de nacimiento de Hitler en los crímenes del Tercer Reich.

Desde diciembre, el país, que acogió a unos 160.000 demandantes de asilo desde 2015 -cerca del 2% de su población-, está dirigido por una coalición entre el conservador Partido Popular (ÖVP) del joven primer ministro conservador Sebastian Kurz y la extrema derecha que defiende un programa hostil a la inmigración.

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Afición por el esquí

Los austriacos siguen con fervor a su siete veces ganador de la Copa del Mundo de esquí alpino, Marcel Hirscher, cuyas carreras baten récords de audiencia.

En un país cubierto en un 60% por montañas, los nombres de Kitzbühel, Schladming, Sölden, suenan a cumbres inmaculadas.

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Pero todo está cambiando. Las autoridades suprimieron el aprendizaje obligatorio del esquí a mediados de los años 90, y la proporción de personas que esquían con regularidad pasó en 20 años del 60% al 40%.

Hay que tener en cuenta que una quinta parte de los 8,8 millones de habitantes del país viven en Viena.

La capital situada a orillas del Danubio, donde la mitad de los habitantes es de origen extranjero, experimenta un rápido crecimiento de su población, un reto para esta metrópoli que encabeza a menudo las clasificaciones mundiales de ciudades con mayor calidad de vida.

Red Bull y pistolas Glock

Austria, que cuenta con un importante sector turístico y una agricultura de alto valor añadido, tiene también un tejido industrial puntero y una situación geográfica que le permite ser una de las principales ganadoras de la ampliación de la Unión Europea hacia el este.

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Algunas marcas austriacas conquistaron el mundo como las bebidas Red Bull y Pago, las motos KTM, los caramelos PEZ, las pistolas Glock, los cristales Swarovski y las máquinas de juego Novomatic. Las exportaciones son el principal motor de la economía.

El país también tiene uno de los líderes mundiales en ingeniería (Andritz) y en aceros especiales (Voestalpine).

Tras un periodo de estancamiento, los datos económicos son positivos con un crecimiento del 3,2% esperado en 2018 y una de las tasas de desempleo más bajas de la zona euro.

El sistema de redistribución y de jubilaciones sigue siendo generoso, a pesar de la voluntad del gobierno de reformar la legislación social.

¿Economía verde?

Austria es el líder europeo con más del 20% de sus tierras cultivadas en agricultura ecológica. Todas las cadenas de distribución tienen sus propias marcas de alimentos orgánicos para satisfacer a consumidores que se oponen en su mayoría a los productos transgénicos y defienden el bienestar animal.

El país se enorgullece de estar en la vanguardia del combate contra la energía nuclear, ya sea militar o civil. Renunció por referéndum a la explotación de la energía nuclear en 1978, y el 87% de la electricidad consumida es de origen renovable.

El país aspira a cubrir la mitad de sus necesidades energéticas con fuentes renovables en un plazo de 15 años. Actualmente ya cubre un poco más del tercio de su consumo con energías renovables. (I)

Mozart contra Conchita

Vieneses de nacimiento o de adopción como Gluck, Mozart, Haydn, Beethoven, Schubert, Brahms, Bruckner, Mahler, Schoenberg y Strauss convirtieron la capital en un templo mundial de la música.

Es uno de los principales argumentos turísticos para los millones de visitantes atraídos por el programa de la Ópera, la temporada de bailes y el lujo del Musikverein, donde se celebra el tradicional concierto de Año Nuevo.

Y un día apareció Conchita Wurst. La victoria en 2014 de un joven travesti barbudo y de pelo largo en el concurso de Eurovisión fue un soplo de aire fresco para el país y rejuveneció su imagen.

Aunque nada sustituye una Nochebuena tradicional en Oberndorf, el pueblo cerca de Salzburgo donde nació el éxito "Noche de paz, noche de amor", hace casi dos siglos. (I)