Pingulleros y tamboneros fueron los encargados de darles ritmo a los danzantes que entre la tarde y noche del domingo pasado se presentaron en Salasaca en el encuentro del Intipak Taki (Música del Sol).

Martha Chango, lideresa de Salasaca y concejala de Pelileo, comentó que el proyecto busca fortalecer el significado de los pingulleros y tamboneros, instrumentos que los taitas (padres) y mamas (madres) utilizaron para tocar la música tradicional, pero que con el tiempo han sido invisibilizados.

Aspira a que se conozca quiénes tocan el tambor y el pingullo, para lo cual están unidos seis cantones de Tungurahua, Cotopaxi, Pichincha y Chimborazo, y que con música se celebra el Inti Raymi (Fiesta del Sol).

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Chango aseveró que el canto al Sol se le brinda porque entre el pueblo andino o indígena es considerado el taita que brinda el calor y la luz, que además de la Pachamama (madre tierra), el agua, el aire y el fuego forman los elementos que permiten la vida y producción de los campos.

“Ellos a través del pingullo, del tambor, de los danzantes, con esa música muy alegre y armónica agradecen y hacen la conexión armoniosa con nuestro padre Sol, es decir, con nuestra música autóctona le rendimos nuestra gratitud al igual que lo han hecho nuestros ancestros y queremos que no desaparezca”, comentó Chango.

Luis Jiménez, presidente de la junta parroquial de San Andrés de Píllaro, recordó que recientemente se quedaron sin pingullero de este pueblo, y por ese propósito fomentan la escuela de pingulleros y se incentiva a los niños y jóvenes.

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Álex Velasteguí, coordinador del encuentro Intipak Taki, recordó que el proyecto comenzó en el 2014 en la provincia de Cotopaxi. (I)