La vida no se ve igual a los 20 que a los 50, ni siquiera a los 40 o 30 años. En todas las etapas existen prioridades, diferentes circunstancias y por supuesto errores, los cuales se pueden evitar a través del aprendizaje y experiencias.

De acuerdo a la economista Karen Córdova, si una persona está en plena juventud o camino a la jubilación es esencial mezclar la educación financiera con planificación, inversión y ahorro para alcanzar los objetivos planteados, ya sean estos personales o familiares.

Córdova indica que lo ideal sería que cada década de la vida tenga metas financieras específicas, sin embargo, reconoce que la realidad es otra, debido a diferentes factores como la situación económica, que muchas veces cambia los objetivos.

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De ahí surgen los tropiezos, pero según la coach financiera nunca es tarde para remediarlos y evitar futuros errores. ¿Cómo hacerlo?

Los errores que debes evitar a los 20 años:

Utilizar siempre la tarjeta de crédito: La experta recomienda no usar en su totalidad la tarjeta de crédito, ni por encima de los ingresos percibidos. Sostiene que a esa edad se puede llegar a asociarlo como dinero físico, pero no es lo correcto. “Al final del mes se encuentran pagando el mínimo de cada tarjeta de crédito y por ende incrementando la deuda”, dice.

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Consumir productos y servicios no necesarios: La coach considera que a los 20 años se tiende a vivir con la ilusión de obtener productos porque se piensa que los ingresos incrementarán. A su juicio, es un grave error, pues aquellos gastos no permitirán el ahorro, sino futuro económico incierto. Aconseja a la juventud emplear el popular dicho: “arrópate hasta donde te alcance la sábana”.

No ahorrar: Afirma que es un error muy común posponer el ahorro y reconoce que a dichas edades (20-29), por lo general, el objetivo no es pensar en el futuro sino en metas a corto plazo. Comenta que quienes caen en estas falencias piensan y dicen las siguientes frases: ¡ahorro cuando gane más!, ¡cuando termine la universidad!, ¡cuando lo necesite!, ¡estoy muy joven para ahorrar!

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Para Córdova, la realidad de un joven debe ser no vivir siempre con las deudas y sin libertad financiera.

A los 30 años:

Plantearse metas financieras con deudas innecesarias: La especialista menciona que no se debe adquirir una deuda por una meta que no necesariamente se requiera. Por ejemplo: pagar una boda que no está al alcance de sus ingresos o comprar una casa con una hipoteca a largo plazo, con tasas de amortización francesa (donde primero se pagan los intereses) y que exige cuotas del 60% de los ingresos familiares.

Entonces, explica que la persona no debe endeudarse por motivos que tienen otra salida económica. Aconseja planificarlas en el caso de bienes y evitarlas en el caso de una boda.

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No invertir en educación: Esta es otra de las fallas que suelen darse a partir de los 30 años, pues no instruirse o profesionalizarse hará que existan menos posibilidades de empleo y por ende menos ingresos.

Tener una sola fuente de ingreso: Señala que depender exclusivamente del trabajo puede provocar un golpe a la economía. Sugiere realizar actividades adicionales como dictar clases en tiempos libres, enseñar idiomas, organizar eventos, pequeños emprendimientos, entre otras actividades, dependiendo de las capacidades.

A los 40 años:

Comprar bienes sin un plan financiero: Cambiar de casa y/o carro sin haber pagado el anterior es el peor error de los 40, afirma y añade que, por lo regular, las personas lo hacen con la certeza de que la casa adquirirá plusvalía y ven a un vehículo como una necesidad.

La experta indica que para una adquisición se requiere de un plan y aconseja no comprar varios bienes a la vez. “Debe preguntarse antes: ¿Lo permiten mis ingresos actuales?, ¿Estoy en la capacidad de incrementar mis gastos?”, cuestiona.

Considera que la edad preferible para compra de vivienda o vehículo oscila entre los 25 y 35 años.

No prever los gastos futuros: A los 40 señala que no se puede vivir de la urgencia. Se debe realizar una planificación para los gastos predecibles como, por ejemplo: el ingreso de los hijos a otro nivel de educación como de escuela a colegio. En esto también se pueden incluir las vacaciones.

No ahorrar para los riesgos: Córdova manifiesta que en esta etapa el ahorro debe enfocarse en eventualidades tales como una enfermedad de algún familiar, porque los ingresos no siempre pueden estar presentes. Entonces, sugiere aprovechar el tiempo y destinar el 5% de los ingresos al ahorro para riesgos.

A los 50 años:

Hipotecar la jubilación: En Ecuador la edad para jubilarse varía entre 60 y 70 años en función del número de aportaciones, según el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, pero a criterio de la coach, existen personas que a los 50 años se endeudan con los ingresos que estiman tener en la jubilación. Asegura que es un grave error financiero, ya que la jubilación estaría destinada para deudas y no para que la persona tenga tranquilidad financiera.

No tener un seguro de salud: Los seguros de salud no deben ser considerados como un gasto, pues al final del balance financiero es un ahorro, porque el riesgo de enfermedad urgente o accidente está cubierto y no tendrá que endeudarse para eso, sostiene.

No economizar: Córdova asevera que la falta de ahorro es algo que se viene arrastrando en décadas porque no es característico de los 50 años. Indica que se debería desarrollar una cultura financiera. Por eso, recomienda que el ahorro esté presente desde los 20 años. “Nunca es tarde para empezar, si se retrasó en ahorrar se tardarán un poco más sus metas financieras, pero haga un esfuerzo y consiga lo que desee”, expresa.

¿Cuál es la edad ideal para ahorrar y así evitar los errores financieros mencionados?

La coach financiera sostiene que los 10 o 18 años son las edades adecuadas para comenzar la disciplina del ahorro. La primera por el capital que reciben de sus padres y la segunda por la primera actividad económica. (I)