Adquirir datos como número de teléfono, direcciones de correo electrónico que se dan para el uso de aplicaciones como Facebook, es legal sostiene Elthon Ojeda, gerente general de la empresa de seguridad informática Greenetics. “Los usuarios de estas redes, al crear sus cuentas, aceptan dar esta información para que se los pueda contactar y ofrecerles un servicio. Es decir hay un consentimiento”, dice.

Sin embargo, hace una aclaración: “Una empresa que compró una base de datos a Facebook y la revende a un tercero está cometiendo una ilegalidad”.

Otra fuente para conseguir esta información es lo que las personas comparten en redes sociales o mientras se navega en internet. “Existen negocios dedicados a distribuir publicidad basada en nuestra actividad en línea. Por ejemplo, si buscamos un pasaje a Miami, nos empezarán a llegar ofertas de vacaciones en Orlando”, dice Rafael Bonilla, profesor de la Espol.

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Incluso, hay los llamados software maliciosos que recopilan información de lo que una persona hace en su computadora para luego compartirla con terceros sin el consentimiento del usuario.

Bonilla aconseja que cada vez que se comparte información sensitiva en internet, hay que verificar si la comunicación se realiza usando medios seguros o no. “Lo más básico a revisar es si el sitio web al que está conectado está usando el protocolo HTTPS al momento de pedir su información”, afirma.

En cambio, Marco Rivadeneira, gerente técnico de Greenetics, aconseja no acceder a las redes wifi gratuitas. “En la red también puede estar un hacker que podrá acceder a sus dispositivos, imágenes, chats, lista de contactos, cámara, podría ver y escuchar todo lo que se está realizando”, dice. (I)