La instalación de cada una de las aplicaciones que se usan en los denominados teléfonos inteligentes o smartphones implica la aceptación de las políticas de privacidad, que permiten, en unas más que otras, el acceso a datos de los usuarios o a funciones de los aparatos.

Por ejemplo, en el caso del juego ‘Plantas vs. Zombies’, que está entre los más populares, al instalarlo aparece un cuadro en el que se pide colocar la edad del jugador. Y además, al pulsar Aceptar, se asume que se ha leído la política de privacidad. Esto implica desde permitir controlar la vibración hasta compartir la información con terceros como “anunciantes, patrocinadores o auditores”.

Lo mismo en la red social Instagram cuya instalación puede conllevar a “compartir el contenido del usuario e información, archivos de registro, identificadores del dispositivo, datos de ubicación y de uso con empresas que formen parte legalmente del mismo grupo al que pertenece. En este último caso, Facebook adquirió Instagram en septiembre del 2012.

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Alfredo Velazco, director de la organización Usuarios Digitales, afirma que “todas las aplicaciones de terceros (juegos, sitios web y herramientas que alguna vez usaste) conectadas a la cuenta de Facebook” indican a qué datos tienen acceso en los perfiles. “A menudo suelen pedir accesos extremadamente amplios que no corresponden a las funciones de la aplicación”.

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Por lo general, dice Velazco, las grandes empresas de desarrollo tienen normas más estrictas con respecto al tratamiento de los datos recolectados, pero en realidad no hay ninguna garantía más allá del compromiso de las empresas responsables de las app.

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Velazco cuenta que hace solo unos meses en una aplicación en Facebook que se viralizó, la cual transformaba el sexo de una persona en una imagen, se detectó una recolección abusiva de datos.

Contestar un test de personalidad también puede dar paso al uso de los datos con otros fines. Es lo que ocurrió con el denominado MyPersonality en el que los usuarios de Facebook respondían preguntas. El juego solicitaba acceso a la información privada.

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Con ello los creadores de la app obtuvieron acceso a los datos de 50 millones de estadounidenses, sus gustos y preferencias políticas. Son datos que terminaron en manos de la consultora de análisis Cambridge Analytica, contratada por la campaña presidencial de Donald Trump, según un reporte de The New York Times.

Mark Zuckerberg, dueño de Facebook, argumenta que solicitó a la firma que elimine los datos, pero no ocurrió.

Un estudio de la Universidad de Cambridge y de Stanford determinó que un programa de computación que analiza los me gusta de Facebook puede definir mejor la personalidad del dueño de un perfil que sus propios amigos o familiares. Incluso el análisis de esas preferencias puede predecir un rango de características psicológicas y demográficas.

Velazco indica que la diferencia con la recolección de datos de otras aplicaciones es que en el caso de Cambridge Analytics se fue más allá al utilizar la información para influir en una elección presidencial. “Muy probablemente existan muchos otros casos desconocidos con objetivos diferentes y con otros responsables”, dice.

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Así, por ejemplo, los propietarios de un iPhone, iPad o cualquier dispositivo con el sistema operativo iOS 11 tienen un problema de privacidad con WhatsApp. La aplicación Siri permite al asistente virtual leer los mensajes de esa app y los ocultos de otras incluso cuando el teléfono está bloqueado. De esta forma, cualquier persona ajena al dispositivo de Apple puede acercarse y, aunque esté bloqueado, pedirle a Siri que lea los mensajes de terceros.

Vicente García, máster en seguridad informática por la Espol, indica que cuando un usuario acepta entrar a una red social, está aprobando que sus datos pueden ser usados en cualquier forma que esa empresa lo considere. “Tanto así que Facebook como tal tiene negocios en los que vende servicios de publicidad a posibles clientes de acuerdo con la información que tiene (gustos, lugares, edades, etc.)”.

De ahí que se debe controlar la información publicada. “Conozco el caso de una persona que puso ‘estoy en un evento en el Hilton Colón’ y los maleantes lo estuvieron esperando por el Hilton Colón y le hicieron secuestro express. ¿Cómo se dieron cuenta? ...a través del Facebook”, dice García. (I)

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Millones de usuarios tiene la red Facebook en Ecuador, de los que un poco más de la mitad tienen actividad mensual.

Los errores más comunes que comete el usuario cuando trabaja por redes sociales es que publica toda su información: donde trabaja, lugar de nacimiento, las fotos de la familia, de sus hijos”.Vicente García, Experto de la Espol