Wagner Bravo, exjefe de Estado Mayor del Ejército, y Mario Pazmiño, exjefe de Inteligencia de aquella fuerza militar, se mostraron opuestos a que la Secretaría Nacional de Inteligencia (Senain), en proceso de disolución, investigue los atentados registrados en la provincia de Esmeraldas y en los que se señala a disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).