Wagner Bravo, exjefe de Estado Mayor del Ejército, y Mario Pazmiño, exjefe de Inteligencia de aquella fuerza militar, se mostraron opuestos a que la Secretaría Nacional de Inteligencia (Senain), en proceso de disolución, investigue los atentados registrados en la provincia de Esmeraldas y en los que se señala a disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

En entrevista con radio City, ambos ligaron a la Senain en la afectación que supuestamente ha tenido el sistema de inteligencia militar. Bravo señaló al expresidente Rafael Correa de destruirlo y con ello a “los ojos avisores” que permitían a los militares saber qué estaba pasando en la línea de frontera. Pazmiño subrayó que la Senain fue parte del desmantelamiento del sistema de información en la frontera.

Bravo sostuvo que el régimen anterior quiso poner comisarios políticos en las sociedades militares por sospecha de confabulación en contra del Gobierno. Criticó la designación de civiles en el Ministerio de Defensa al sostener que no tienen la preparación y experticia militar requerida para enfrentar conflictos como los acontecidos en la línea de frontera. Llamó a exigir a Colombia a controlar su territorio.

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Pazmiño dijo que era un despropósito tremendo el uso de camionetas para patrullajes en zonas sensibles cuando se cuenta con unidades blindadas. “Eso da a entender que las operaciones se dirigen desde los escritorios”, citó y señaló que el manejo de la Senain debe ser investigado a profundidad. (I)