En los últimos años la industria de los drones se está consolidando a nivel mundial debido a que estas aeronaves manejadas remotamente ya no son de exclusivo uso militar y sus precios se han abaratado. Según un estudio de la compañía Drone Powered Solutions, el mercado global de estos aparatos movió el año pasado cerca de 127 mil millones de dólares en todo el mundo.

En Ecuador, aunque no hay cifras oficiales sobre la importación de estos aparatos en específico, varias tiendas especializadas aseguran que los modelos más recomendados son los Phantom 4 Pro, Phantom 4 Pro Plus y el Phantom 4 Advanced, todos de la marca china Dà-Jiâng Innovations Science and Technology (DJI, por sus siglas en inglés).

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Carlos Tapia, gerente general de T-Drones Solutions, asegura que al momento de la compra de estos dispositivos se debe tener claro para qué se lo quiere utilizar. “Para trabajos, publicidad o producciones audiovisuales la gama de los Phantom ofrece características muy llamativas. La cámara cuenta con un sensor de hasta 20 megapíxeles. Además, fotografía y graba en calidad 4k. En el país estos modelos se los encuentra por encima de los $ 1.500”, dice.

En cambio, si el usuario lo desea más para uso recreativo, Backer Yánez, presidente de Ecuadrones, recomienda el modelo DJI Spark. “Este dron es pequeño, puede manejarse hasta en interiores y su precio es de $ 899 más impuestos. Ahora debemos aclarar que no es un juguete por pequeño que sea. Lo que también lo hace atractivo es que no es tan ruidoso y tiene una cámara de 12 megapíxeles y alta definición”, señala.

El especialista también recomienda el Mavic Pro, también de DJI. “Toma videos y fotos en 4k, también es compacto, solo un poco más grande que el Spark. Este dispositivo lo utilizan para producir videos de instituciones o empresas, bodas, eventos públicos. Su valor es de $ 1.700 más impuestos”, explica.

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Si se necesita un dispositivo para trabajos profesionales está la gama de los Inspire.

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La primera generación de estos aparatos puede grabar en 360 grados. La cámara cuenta con diferentes modos de funcionamiento en la grabación de video, desde 1080 con 24 y 60 imágenes por segundo, hasta resolución 4K a 24 y 30 imágenes por segundo. También puede tomar fotografías, de hecho, incluso las guarda en formato RAW. Este drone tiene un precio de $ 3.500 más impuestos.

Su sucesor, el Inspire II tiene un cuerpo de magnesio y aluminio que permite mejorar la resistencia y al mismo tiempo reducir el peso. La velocidad máxima que puede alcanzar es de 108 kilómetros por hora. Sus baterías tienen una duración máxima de 27 minutos. Graba en formato 4k y formato cine. Este modelo se encuentra en el país por $ 5.500 más impuestos.

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La mayoría de drones posee una autonomía de vuelo entre 15 y 27 minutos, pueden elevarse hasta los 800 metros, un rango de expansión de siete kilómetros y tienen la posibilidad de programar rutas de vuelo automáticos.

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Para Tapia, el manejo de drones debe realizarse con responsabilidad y obligar a los propietarios a registrar los dispositivos. “En Europa, Colombia, Chile, los dispositivos, por ley, cargan placas donde tienen el nombre del propietario, dirección, teléfonos y un código único, eso debe implementarse también en el país”, dice.

Además, sostiene que estos dispositivos pueden generar accidentes. “Si no se sabe pilotar, puedes perder el control, lo puedes estrellar y caerá en cualquier sitio o sobre una persona causando heridas graves, por eso importa la capacitación”. (I)