Salvo problemas en el servicio de energía eléctrica, no se registraron víctimas ni daños materiales graves por el sismo de magnitud 7,2, pero el pánico se apoderó de los mexicanos la tarde del pasado viernes. Se registraron 261 réplicas hasta la medianoche de ese día.

El terremoto revivió temores y provocó angustia entre sus habitantes, cinco meses después de que dos poderosos sismos afectaron a más de 12 millones de personas y dejaron 471 muertos y graves daños, la mayoría en la capital.

En esta ocasión, solo se produjeron daños estructurales en Oaxaca, devastada en un sismo del 7 de septiembre.

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Cientos de personas abandonaron edificios y los hospitales evacuaron a los enfermos hacia explanadas o en medio de las avenidas de la zona céntrica de la capital. “Salimos corriendo, es lo único que podemos hacer”, dijo con los ojos llenos de lágrimas Kevin Valladolid, de 38 años, quien reside en el barrio Roma, uno de los más afectados por el sismo del 19 de septiembre.

“La verdad es que estamos ya bastante alterados. Con cualquier sonido de alarma lloramos, estamos muy estresados, vivimos un flash back”, dijo Kevin en referencia al sismo del 19 de septiembre pasado.

Pese a que el sismo de este viernes fue más potente que el de septiembre, no hubo daños. El epicentro del terremoto de septiembre, de 7,1, fue a 120 km de la Ciudad de México; mientras que este último se registró a 600 km de la capital mexicana, publicó eluniversal.com.mx.

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13 muertos en accidente
En una misión de reconocimiento de daños a la zona cercana al epicentro del sismo, el ministro del Gobernación y el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, sobrevivieron al accidente del helicóptero que los trasladó a esa región, pero 13 personas, incluyendo tres niños, que lo esperaban en tierra murieron y otras 15 resultaron heridas. (I)

261
Réplicas se registraron tras el sismo del pasado viernes hasta cerca de la medianoche de ese día.