En el primer día de la audiencia de juicio en contra de exfuncionarios y privados de la libertad del Centro de Rehabilitación Social (CRS) de Turi por el presunto delito de delincuencia organizada, la Fiscalía perdió un testigo que lo consideraba fundamental.

El capitán de Policía Juan B. C. escuchó los alegatos iniciales por lo que el Tribunal de Garantías Penales excluyó su participación en el juicio. Esto, en términos legales se considera una “contaminación”.

Este policía, según la fiscal María Belén Corredores, es importante porque lideró la investigación.

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El incidente se dio luego de que los abogados defensores notaron que el agente escuchaba la audiencia por videoconferencia desde la Unidad Judicial Norte de Quito.

Cuando el juez ponente, Carlos Tamariz, le preguntó qué hacía en la sala de testigos, respondió que receptaba las cédulas de los testigos, trabajo que lo debe realizar únicamente un funcionario judicial, que en este caso no estaba.

Por esta situación el Tribunal también pedirá al Consejo de la Judicatura una investigación.

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Antes de esta situación, la fiscal María Belén Corredores detalló la forma en la que operaba la presunta red de extorsión.

Según su teoría que se maneja en el caso, el exdirector del CRS Paúl T., junto con los internos Remigio Ch. y William P., eran los autores directos y pedían dinero a otros privados de la libertad. Los presos eran líderes en pabellones. (I)