Diciembre es uno de los meses más comerciales del año. Los potenciales consumidores se mantienen constantemente estimulados a través de radio, televisión, internet, vallas publicitarias, volantes entregadas al azar en la calle, letreros de papel estampados con ofertas y un sinfín de creativas alternativas. Entonces, las compras se dan y todos contentos. Pero, ¿qué sucede a corto y mediano plazo? Las tarjetas de crédito han sido usadas al tope, sale a relucir la cuota del préstamo que se debe y de repente, ya no hay decimosegundo, ni decimotercero, solo el cero. Y llega enero, en medio de la carestía. ¿Se siente identificado o conoce a alguien que esta repitiendo esta historia o está por hacerlo?