El grupo Estado Islámico contraatacó mientras las fuerzas iraquíes se acercaban a una victoria en Mosul. La milicia envió este lunes a dos mujeres suicidas, que se inmolaron en un ataque contra soldados conforme la batalla por la segunda ciudad más grande de Irak se acerca a su fin. Los últimos ataques en el país dejaron al menos 15 muertos, según las autoridades.

Este lunes por la mañana, en la Ciudad Vieja de Mosul, donde se libran los últimos combates por el control de la ciudad, dos mujeres que se ocultaban en un grupo de civiles que huían se inmolaron en un ataque contra tropas iraquíes, matando a un soldado e hiriendo a varios, según un funcionario.

Y en un campo para personas desplazadas en la provincia occidental de Anbar, un agresor suicida vestido con ropas de mujer que le cubrían por completo mató a 14 personas el domingo por la tarde, según un funcionario provincial.

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Tras días de duros combates, el territorio que controla la milicia radical en la segunda ciudad más grande del país se reduce con rapidez y ahora abarca apenas un kilómetro cuadrado, o 0,40 millas cuadradas.

Utilizar mujeres como agresores suicidas parece ser la última táctica de los milicianos, indicó el sargento Ali Abdullah Hussein a The Associated Press.

Ataques

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Las tropas iraquíes han sufrido al menos cuatro ataques de esta clase en los últimos tres días, conforme cientos de civiles huyen de los intensos combates en las estrechas calles del casco viejo.

Tras la explosión del lunes, otro grupo de civiles apareció en la carretera principal, lo que hizo que los soldados iraquíes sacaran de inmediato sus armas. Entonces gritaron al grupo, en su mayoría mujeres y niños, que se dieran la vuelta y tomaran otra ruta para salir.

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El ataque en Anbar ocurrió al anochecer del domingo cuando las autoridades estaban ayudando a instalarse a las familias que habían huido de Qaim, una localidad tomada por el grupo extremista Estado Islámico, explicó el concejal Taha Abdul-Ghani.

La cifra podría haber sido mayor, señaló el Abdul-Ghani, pero un coronel del ejército sospechó de la persona cubierta por ropajes, se acercó al agresor y lo abrazó -presumiblemente para reducir el número de víctimas-, momento en el que éste detonó sus explosivos.

Catorce personas murieron y al menos 20 resultaron heridas en la explosión.

Las fuerzas iraquíes han expulsado a la milicia radical de la mayor parte de Anbar y ahora están en una enorme ofensiva en la ciudad norteña de Mosul. Nadie reivindicó el ataque en un primer momento, pero era probable que las sospechas recayeran en el grupo EI, que en el pasado ha organizado ataques a gran escala en otros puntos de Irak para distraer la atención de sus pérdidas en Mosul. (I)

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