Aunque también se lo encuentra en otros sectores del país, el dulce de higos continúa en la extensa lista de las preparaciones gastronómicas que han identificado por mucho tiempo a nuestra ciudad. Abuelas, madres y jefas de familia enseñaron a sus descendientes cómo elaborar el apetitoso postre que, dicho sea de paso, fue común servirlo como cierre de lujo en la alimentación diaria o brindarlo a los amigos y parientes en fiestas y ocasiones especiales.