La Iglesia católica canadiense planea ampliar su proyecto experimental que impide que los sacerdotes se queden a solas con niños y les obliga a proporcionar sus huellas dactilares.

La medida fue adoptada el pasado otoño en diez iglesias de la ciudad de Montreal y hasta el año 2020 será impuesta en otras 194 iglesias y ministerios de la diócesis canadiense, según informó la cadena CBS News.

Voluntarios y sacerdotes que trabajen con niños y otros grupos vulnerables, como enfermos y ancianos, estarán sujetos a un riguroso proceso de inspección de diez etapas que incluye también una investigación obligatoria de antecedentes policiales.

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Los sacerdotes de las iglesias que participan en el proyecto, no podrán quedarse a solas con los niños y siempre estarán en presencia de al menos dos adultos, que tendrán que proporcionar referencias y adherirse a un código de ética.Durante la confesión, los observadores vigilarán el proceso a distancia sin escuchar las conversaciones.

Según señalan varios clérigos canadienses citados por CBS News, estas medidas permitirán a la Iglesia católica del país norteamericano convertirse en “el lugar más seguro para los más vulnerables”.

“Si alguien quisiera hacer algo malo o abusar de alguien, sabiendo todo el proceso de filtración que tenemos hoy en día no se inscribirán como voluntarios en nuestra Iglesia”, comentó Bertrand Montpetit, el pastor de una de las iglesias que toman parte en el proyecto . (I)