El los último años, las redes sociales no solo son un espacio para hacer publicaciones personales, se han convertido también en herramientas de trabajo para impulsar un sinnúmero de negocios.

Alimentos, ropa, decoración y maquillaje son solo algunos de los productos que hallamos en varias plataformas, sobre todo en Instagram, Facebook y Twitter.

Por el fácil acceso que tienen las redes sociales y los bajos costos que se requieren para su manejo, estas se han vuelto muy atractivas y cada vez se usan con más frecuencia.

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Amy, Ana Belén, Johanna y Nicole son cuatro jóvenes que transformaron una simple idea en un gran emprendimiento, y para que esto sea posible, las redes sociales fueron sus mejores aliadas.

Ana Belén, 26 años (Homemade)

Su pasión por los postres y las ganas de compartir su afición con otros jóvenes la llevaron a crear Homemade, un espacio colorido donde sus ideas, y las de otros amantes de los dulces, se mezclan para elaborar nuevas recetas.

Ana Belén Guevara empezó su labor hace cuatro años con un blog en el que compartía el paso a paso de los postres que preparaba para luego obsequiarlos a sus seguidores. Llevó sus creaciones a las redes sociales y, por la gran cantidad de seguidores y pedidos que recibía, empezó a elaborar sus dulces en mayor cantidad y comercializarlos. Para poder dedicarse a tiempo completo a esto tuvo que dejar su trabajo en una compañía.

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Las plataformas digitales son las vitrinas de sus productos y han permitido que el anhelo de esta joven se convierta en un emprendimiento que involucra a más personas. Según Guevara, su clave ha sido la continua preparación.

“Yo dedico gran parte del tiempo de mi semana a leer y conocer, a comprar libros y seguir blogs. Tomo cursos online para poder estar empapada y poder estar al día”.

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Para ella, las redes sociales no es algo que se toma a la ligera si se busca manejar las plataformas de forma adecuada. Señala que prepara contenido distinto para cada espacio, procurando que sus videos e imágenes sean de buena calidad. “Cada una de las redes sociales es diferente. Si las tratas igual no les puedes sacar el provecho. Las personas que ya te siguen en Facebook por qué te van a seguir en Instagram si estás compartiendo lo mismo”.

A esto añade el que sus recetas llevan su marca personal. Procura que la información que ofrece a sus seguidores sea original y con valor agregado, diferenciándose de otras que se puedan hallar en internet.

Aunque tener un local no es una idea que le desagrada, considera que actualmente su prioridad es seguir capacitándose y afianzando la comunidad que ha creado para transmitir sus conocimientos y animar a otros jóvenes a que pierdan el recelo a la cocina.

Amy Monroy (Monroy)

Comenzó en las redes sociales y actualmente ya cuenta con un local para comercializar sus productos. Monroy, una marca que ofrece calzado para mujeres y hombres inició como una idea concebida por las hermanas Amy y Dayanna Monroy, de 21 y 26 años. Su mamá, Teresa Tapia, también las apoya.

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Empezaron solicitando 15 pares de zapatos para vender bajo pedido y poco a poco fueron incrementando la producción para cubrir la demanda que tenían, llegando incluso, a abrir un local al que sus clientes pueden acudir a adquirir lo que ofrece la marca.

¿Cómo fue este proceso? Amy Monroy señala que las redes sociales fueron sus aliadas para desarrollarse. Una de sus claves, dice, es la calidad del producto que ofrecen y el cuidado de los detalles en cada publicación que realizan en las plataformas digitales.

Desde un inicio pensaron en las redes sociales como la vía para empezar su negocio debido a el alcance que tienen estas herramientas y los bajos costos que representa.

Señala que además de contar con fotografías de alta calidad y videos atractivos, busca ofrecer una guía a sus clientes, mostrándoles con qué atuendos puede usarse el calzado que tienen a la venta y posibles combinaciones de colores.

“Tratamos en las fotos de que la gente vea cómo se pueden combinar los zapatos. Ayudamos con un poco de asesoría”, asegura.

Los mensajes con los que se acompañan las imágenes también deben ser originales y orientados al público que se desean llegar, afirma, por lo que cada texto es muy bien pensado.

A pesar de contar con un local, la promoción que realizan en redes sociales continúa por la facilidad que ofrecen estas herramientas para mostrar sus productos.

Johanna Basurto y Nicole Vera (Krepé Lunatic)

El papel y los lápices de colores inspiraron a Johanna Basurto y Nicole Vera, dos amigas que decidieron compartir su creatividad con los demás y crearon la marca Krepé Lunatic para llevarlo a cabo.

Estas jóvenes, de 24 y 26 años, elaboran agendas, separadores de libros, decoran jarros, entre otros artículos. Todos de diseños originales de sus creadoras que son acompañados de mensajes motivadores.

Aunque su intención no fue afianzar su negocio a través de las redes sociales, empezaron a compartir sus productos en estas plataformas. Con el paso del tiempo, contemplaron las ventajas de promocionarse por esta vía (menor inversión, gran alcance, facilidad de acceso) y empezaron a comercializar sus creaciones de esta forma.

A pesar de que no han tomado cursos específicos sobre el manejo de plataformas digitales, sí han asistido a charlas relacionadas con el tema y han tomado en cuenta las sugerencias de amigos que también se promocionan en redes.

En un principio, aumentar los seguidores no fue una tarea fácil, según ellas, pero el trabajo minucioso las ha ayudado mejorar. “Sorteamos un jarro que nos trajo muy buenos resultados. Se difundió mucho con nuestros conocidos y luego se extendió más”, señala Nicole Vera.

Tras esa experiencia, consideran que el éxito en las redes sociales es consecuencia de la constancia y cuidado que se dé a la cuenta que se maneja. “Al principio no teníamos una visión tan clara de cómo se manejan estas cuentas, pero mucho se trata de investigar. Conforme fuimos mejorando, obtuvimos mejores respuestas”. (I)