Entre críticas de algunos estudiantes y docentes de la Universidad de Guayaquil se despidió ayer la Comisión de Intervención y Fortalecimiento Institucional (CIFI), que estuvo al frente durante tres años.

La intervención se dio tras detectar irregularidades administrativas y académicas, como el incumplimiento de la gratuidad, el depósito de rubros de estudiantes a cuentas particulares, denuncias de entrega de títulos falsos, entre otros.

Sobre la primera causal se han atendido 23.529 solicitudes con un presupuesto de $ 7,32 millones. Aún se reciben solicitudes, pero pocas, señaló Luis Carmenate, presidente de la CIFI, a cargo del organismo desde el 28 de septiembre.

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Carmenate señaló que los resultados de la intervención se manifiestan en todas las áreas y se refleja en la recategorización de la universidad, que pasó de la D a la B en septiembre pasado.

Destacó que la estatal ahora tiene un modelo educativo y cuenta con una planificación estratégica hasta el 2020 que llevará al centro a la A. También, los cinco concursos de méritos por los que ingresaron 834 docentes desde el 2014, la plantilla docente que pasó de 5 a 84 PhD, 72 proyectos de investigación aprobados, publicaciones en revistas y libros, entre otras.

Durante sus 42 días de gestión, afirmó, garantizó la sostenibilidad de los procesos con el acompañamiento, ya que –sostuvo– previamente capacitaron y dieron asesoría técnica.

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No obstante, la intervención es criticada por docentes y estudiantes. Eliana O., alumna de la Facultad de Jurisprudencia, señaló: “Es pura fachada (el edificio). Las aulas no tienen aire, no sirven los proyectores, algunos docentes faltan a clases. Hoy tenía dos materias y solo uno asistió”.

J. S., estudiante de la Facultad de Psicología, comentó que tuvo que cambiarse de jornada porque los profesores no asistían en la noche. “Todo sigue todo igual, desorganización, no hay proyectores ni bancas suficientes... Los convenios para las prácticas no funcionan, a nosotros nos toca gestionar las prácticas”, dijo.

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Janino Cerezo, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE-Guayaquil), señaló que quedan pendientes los temas por los que se intervino la universidad, como por ejemplo no se ha sancionado a nadie por los cobros indebidos e irregularidades, ni se ha reformado la academia.

“Se habló de fusión de carreras, nuevas mallas curriculares, nada de eso ha sucedido”, dijo y añadió que aún queda pendiente la acreditación de las carreras, las cuales se han sometido a esta evaluación solo dos, Medicina y Odontología.

Docentes, como Marco Varas, Jacinto Calderón, Ramón Villacrés, entre otros, que son miembros al Consejo Universitario, coincidieron en que hay varias supuestas irregularidades en la gestión del CIFI, como en obras físicas, en concursos de profesores, porque supuestamente hay docentes con especializaciones diferentes a su carrera y asignatura.

Hay también maestros que luego de más de 30 años de trabajo se jubilaron hace tres años y aún no habrían recibido su compensación.

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Sobre esto, Carmenate indicó que hicieron una reforma al presupuesto para destinar $ 7 millones al pago de los jubilados pendientes (383) hasta el 2015. En el 2014-2015 cancelaron a 1.589 jubilados más de $ 56 millones, añadió.

...Se han dejado las bases, las condiciones creadas para que continúe la materialización de esa planificación estratégica hasta el 2020”. Luis Carmenate, presidente del CIF

Muchos cambios se han dado (con la CIFI). Se ha avanzado mucho en los instrumentos de enseñanza (...). Estamos en un 60%”. Galo Salcedo, rector de la U. (I)