Participación ciudadana en el sistema de organización de las comunidades, derecho a la ciudad, que se impidan desalojos, se profundice la función social de la propiedad, la existencia de derechos humanos al hábitat, crecimiento uniforme del área urbana y rural y eliminación del proceso de concentración de la tierra en la ciudad y en el campo.

Estas fueron algunas de las conclusiones a las que llegó, luego de cuatro días de debates, la coalición de organizaciones sociales y movimientos urbanos de 33 países que participaron, hasta ayer, en el denominado contra Hábitat III.

El documento final con las conclusiones aún se pule y será entregado a autoridades Ecuador y de Naciones Unidas.

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Rocío Bastidas, vocera de la organización contra el Hábitat III, está segura de que las conclusiones de la Conferencia en la que participaron los presidentes y representantes de 133 estados del mundo serán opuestas a las suyas, pues, afirma, una buena parte de los países están vinculados con las transnacionales, con las empresas generadoras de servicios.

“Ellos (estados) manejan un criterio distinto al nuestro de inclusión, exclusión, solidaridad, porque representan a su imperio”, dijo Bastidas.

Luego del foro en el que representantes de diversas organizaciones de Europa, América, Asia y África brindaron sus conclusiones para estructurar el documento final del contra Hábitat III, los organizadores se dirigieron a un plantón afuera de la sede del Hábitat oficial. Un cerco policial limitó la protesta a una esquina del parque El Ejido. Representantes de la coalición leyeron ahí una declaratoria. (I)