La primera presidenta de Brasil, de 68 años y elegida en 2010 en medio de un boom económico que se hizo agua, tomará la posta de su defensa hoy, acompañada de su antecesor y mentor político, Luiz Inácio Lula da Silva. Deberá hablar entre 30 y 60 minutos, según analistas, con un discurso más dirigido a la nación y no a los senadores, que ya tienen tomada su decisión sobre el proceso.