“Porque permitieron que un sueño se haga realidad para no vivir más a escondidas una relación legítima de amor”, dijo Cristal, quien con su pareja Juan Carlos celebró la noche del martes el primer matrimonio simbólico de una pareja de GLBTI (gays, lesbianas, bisexuales, transgéneros, transexuales, travestis e intersex) en la provincia de Azuay.

Esta primera ceremonia fue en la Casa de la Provincia, donde funciona la Prefectura de Azuay, en Cuenca. El acto está amparado en la ordenanza para la Garantía de los Derechos, Libertades y Reconocimiento de la Diversidad Sexual e Identidad de Género del Gobierno Provincial de Azuay, aprobada en marzo pasado.

Esta normativa les permite inscribir sus ceremonias de forma simbólica, ya que no tiene validez jurídica. El secretario de la Prefectura, Simón Valdivieso, leyó la primera acta de esta unión y los invitó a firmarla. Luego la pareja se abrazó.

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El protocolo similar al de un matrimonio en un registro civil contó con la intervención del prefecto azuayo, Paúl Carrasco, proponente de la ordenanza. Él dijo que la unión simbólica es un compromiso social, ya que permitirá construir una sociedad sensible ante temas de paz, equidad y tolerancia.

La viceprefecta María Cecilia Alvarado fue la madrina del novio y Wilmer González, del grupo Silueta Cuenca, el padrino de la novia. (I)