Las fuerzas iraquíes estrechaban ayer el cerco en torno a Faluya en manos de la organización Estado Islámico (EI), que impide a los civiles salir de la ciudad.

La reconquista de este emblemático baluarte yihadista, situado a apenas 50 km de Bagdad, parece inevitable dada la serie de reveses sufridos por el EI en los últimos meses.

Pero el grupo, que controla amplios territorios en Siria e Irak, demostró el pasado lunes que mantiene una gran capacidad operativa, con una ristra de atentados con bomba que dejaron más de 150 muertos en bastiones del régimen sirio.

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La perspectiva de combates urbanos aumentó la preocupación por las decenas de miles de civiles atrapados en la ciudad.

El Consejo de Noruega para los Refugiados estimó que hay 50.000, y urgió a hacer lo posible para ayudarlos a partir.

En tanto, en Siria, una coalición árabe-kurda anunció el inicio de una ofensiva, apoyada por la coalición liderada por Washington, para echar al grupo yihadista Estado Islámico de su bastión sirio de Raqa.

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El grupo yihadista se enfrentaba ayer a un doble ataque terrestre y aéreo contra sus feudos en Irak y Siria, con un apoyo masivo de la coalición internacional.

Rusia también afirmó que está dispuesta a coordinar con la coalición para echar a los yihadistas del EI de Raqa. (I)